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¡ 𝐉𝐀𝐕𝐎𝐍 !
Han pasado cinco días desde que eso sucedió. Nat y Jayla ya no preguntaron ni hablaron de eso. Acabamos de salir del restaurante después de pagar y volvemos a nuestras respectivas responsabilidades en nuestras propias compañías ese día. Pero también han pasado cinco días desde que estaba molestando a Jennie con mis mensajes de texto y llamadas, pero ella no respondió.
También he estado en su casa y compañía, pero ella siempre me excluía. Supongo que estaba tan enojada conmigo por mis estúpidas acciones. Hoy, decidí ir a su casa nuevamente porque no lo hice ayer debido a un acuerdo comercial muy importante que necesitaba cerrar. Antes de ir a la casa de Jennie, decidí comprar un pastel porque sí, hoy es mi cumpleaños y no puedo evitar estar triste porque mi novia solía sorprenderme cada vez. Durante los últimos tres años que hemos estado juntos, ella siempre me felicitaba personalmente exactamente a las doce de la noche, pero ahora, ni siquiera un mensaje de texto ni una llamada.
Suspiré y me encogí de hombros ante la sensación de pesadez y forcé una gran sonrisa. No debería tener pensamientos negativos hoy. Está tan ocupada, que probablemente se le haya olvidado. Cuando llegué a mi pastelería favorita, estacioné mi auto abruptamente y entré.
-¡Bienvenida a los Dulces de Mina! ¿Cómo puedo ayudarte?- La chica en el mostrador me saludó con entusiasmo con una dulce sonrisa que correspondí.
-Hola. ¿quiero el pastel de la esquina inferior izquierda, por favor?- Entonces le dije mi orden a la chica que todavía tiene su sonrisa pegada en sus labios.
-¿Eso es todo, señor?- Preguntó y yo solo asentí como respuesta. -Puede escribir en este papel la dedicación que desea que se escriba en el pastel, señor.- Ella dijo y me entregó un pedazo de papel. Lo acepté y escribí sobre eso.
-Aquí.- Dije y le devolví el pedazo de papel. La niña lo aceptó y caminó hacia la parte de atrás. Minutos después, ella regresó con el pastel en la caja y lo abrió frente a mí.
-¿Está bien, señor?- Preguntó con su sonrisa. Leí las palabras en el pastel.
-Feliz cumpleaños, Jav. Te amo. De: J.- Fingí sonreír y asentí una vez más.
-Si.- En breve, mantuve la cabeza baja para ocultar las lágrimas que amenazaban con caerse de los ojos.
-Disculpe, señor, pero si no le importa que pregunte, ¿dónde está la señorita Jennie? Quiero decir, ella siempre compra pastel aquí en este día durante los últimos tres años con el mismo sabor, diseño y dedicación.- La chica me preguntó. Me dolía más el corazón al cerrar la caja negra y atarla con una cinta rosa. No levanté la cabeza.
-No creo que pueda hacer eso hoy.- Dije en voz baja, casi rompiéndome.
-Oh. Eso es triste. Ella siempre estaba tan emocionada cada vez que viene aquí, diciendo que es el cumpleaños de su novio y habla de cómo ella lo sorprendería. Estaba tan enamorada.- Respondió con un toque de tristeza y felicidad.
-Sí que estaba.- Esas fueron las únicas palabras que dije antes de dejar el pago del pastel y tomarlo, luego salí de la tienda. Respiré profundamente otra vez, levanté la cabeza y miré el cielo brillante de arriba.
Sonríe, Javon. Es tu cumpleaños, tienes esto.
Después de comprar algunas flores también, fui directamente a la casa de Jennie. Ya le envié un mensaje de texto en secreto a su secretaria y ella me dijo que Jennie no tiene citas hoy.
Felizmente estacioné mi auto a una cuadra de su casa porque realmente quiero sorprenderla y no podré hacerlo si ella ve mi auto afuera.
Luego caminé la distancia y cuando estaba en su puerta, la seguridad abruptamente me abrió la puerta con una sonrisa.
-Buenos días y feliz cumpleaños, señor Walton.- Saludó.
-Gracias, Hyun Suk.- Le respondí con una sonrisa también.
Incluso su seguridad recordó mi cumpleaños. Entonces, ¿por qué no lo hiciste, Jennie?
Rápidamente me quité el pensamiento y volví a plasmar mi amplia sonrisa. Solo pensamientos positivos, Wanna. Y con un ambiente renovado y feliz, caminé hacia su puerta trasera que conduce directamente a su cocina. Puse la caja del pastel en su mesa junto con las flores luego me escapo hacia la puerta de Jennie con mi sonrisa más amplia para sorprender a mi reina. Pero fui yo quien se sorprendió.
Allí, vi a Jennie en frente de la habitación de su habitación, todavía en sus camisones estaba despeinada y el hombre llamado Kai, solo en sus boxers y tenía una mano en el marco de la puerta, apoyada mientras la otra en la pequeña cintura de mi chica, frotando hacia arriba y hacia abajo, ambos comiendo la cara del otro.
Literalmente pude sentir el dolor lentamente arrastrándose en mi corazón mientras latía tan rápido como si quisiera salir de mi pecho.
Cuando ambos dejan de besarse, probablemente debido a la falta de aire, Jennie apoya su cabeza sobre el pecho desnudo de Kai mientras este último acerca su cabeza al oído de la morena y susurró algo que la hizo reír, la risa que solía causar, la risa que siempre convierte mi mal día en uno excelente, la risa que hizo que mi corazón acelerara y la risa que realmente extraño. Lentamente me di la vuelta y caminé en silencio hacia la salida de la casa. Mi corazón ya no puede soportar el dolor. Es demasiado que me adormece todo el cuerpo.
-¿Se va tan pronto señor Walton?- Escuché a Hyun Suk preguntar cuando paso junto a él y me vio caminando hacia la puerta. No le respondí, simplemente seguí caminando pero antes de que realmente pudiera salir, me giro para mirarlo de nuevo.
-Por favor, no le digas a Jennie que estuve aquí.- Dije y seguí alejándome. Tengo mucho sentimiento en el interior, quiero gritar con todo mi corazón, soltar mi rabia y llorar todo pero las cosas son, mis ojos se niegan a derramar una lágrima o manifestar cualquier cosa.
Quizás porque ya lloré y pasé lo suficiente.
La imagen de Jennie sonriendo a ese hombre nunca abandonó mi mente y ya no se irá alguna vez. Todo lo que pude sentir es dolor y soledad, y solo sé dos cosas que solía hacer para aliviar esos sentimientos. Ahora me alejo del dolor, la tristeza y de ti Jennie. Y prometo no volver a mirar atrás. Nunca más.
Bienvenido de nuevo, viejo Javon Walton.
Suficiente es suficiente, Jennie. Te ame mucho, Amor, pero ya no podía.
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