En busca de un colgante

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Aioria vio como su amigo rápidamente escondía un objeto, y como el león curioso que era se acercó averiguar.

— Debes haberte confundido Aioria, no escondo nada — dijo Mu.

— ¡Claro que si! Mu no mientas, mi hermano dice qué no es correcto — le reprocho.

— ¡Pero si no le has dicho a Saga que te comiste sus galletas! — le acuso Mu haciendo qué Aioria desviará la mirada.

— Pues...— titubio tratando de encontrar una justificación — ¡pues es porque no sabía qué era malo mentir! — declaró victorioso.

— ¡Bien! Entonces yo también acabo de aprender eso ahora — respondió Mu marchándose rápidamente.

— ¡Oye! Mu tu si lo sabias — acuso corriendo tras el. Iba a descubrir que ocultaba, y no tardaría mucho en atraparlo porque era mucho más rápido.

Shion estaba escuchando la explicación de Afrodita sobre el cuidado de las rosas. Deathmask también estaba aportando mucho a la explicación ya que parte del cuidado implicaba que los caballeros que pasaban no se envenaran por accidente.

— Sólo una caída directa a las rosas causaría que nuestros compañeros adquieran el veneno su santidad. Los tres extremos tienen barreras formadas de cosmos que evitan que puedan pincharse o acercarse lo suficiente.

— Bien — dijo el patriarca satisfecho con los avances — parece que están haciéndolo correctamente caballeros, felicitaciones ambos.

— Estamos muy agradecidos su santidad — ambos se inclinaron con respecto.

— En cuanto a las barreras es una técnica en la que se debe trabajar ya que consume mucho de tu cosmos Afrodita, puedo ver que no estas...

— ¡Cuidado! — interrumpió un fuerte grito, Deathmask y Afrodita fueron rápidos al esquivar a Aioria, y Shion logró atrapar justo a tiempo a Mu en su brazos antes de que terminara con el mismo destino.

Horas más tarde Aioria con el rostro hinchado y lleno de heridas estaba siendo curado por un caballero de plata, siendo observado por más de un caballero.

— Lo siento — volvió a decir al mirar a su hermano.

— ¿Lo sientes? — Deathmask rió sin gracia — ¿Y que hacemos con eso? Arruinaste el proyecto qué Afrodita y yo hicimos, malograste los planes que teníamos hoy y lo peor es que ahora Dita esta en cama porque su sangre es el único antídoto que hay ¡Gracias por sentirlo Aioria!

— Ya es suficiente Deathmask — intervino Aioros, se encontraba decepcionado de su hermano, pero aún se encontraba recuperándose. — Prometo ayudarlos cuando Afrodita se mejore, y estoy seguro que el patriarca dará un castigo adecuado.

Deathmask no dijo nada, y salió furioso de la habitación mientras Shura, a pedido de Aioros fue tras su amigo.

Aioria quería llorar por todo lo que había causado. No debió insistirle a Mu con que le mostrará lo que sea que ocultaba, su hermano siempre le había advertido que la curiosidad en exceso no era nada bueno.

— Se que no lo hiciste a propósito — le dijo Aioros, no con una voz cálida como era costumbre — pero tus acciones han perjudicado a más de un compañero, el patriarca está llamándole la atención a Mu en estos momentos, y la oportunidad que Afrodita y Deathmask tenían de salir solos del santuario quizás no se repita en mucho tiempo, sin mencionar qué tu salud y la de Afrodita se han visto muy afectadas.

— No quería hacerlo hermano, yo solo quería saber que tenía Mu.

— Aioria — su hermano acaricio su cabeza, no pudo resistirse en hablar mas calidamente.— se que eres joven, pero debes entender que no siempre tendrás lo que deseas. Mu es un niño muy correcto, y si el no quiso mostrarte debía haber una razón. Tendrás que responder al castigo que te imponga el patriarca cuando te mejores, así que procura no dejarte llevar mucho ¿si? 

Cuidando a Aioria de LeoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora