Cap 14

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En la vida de Carlos

Grealish no volvió a la cancha por la hemorragia nasal que le cause, lo que me hace sentir culpa.
Al finalizar del partido afronté las consecuencias como un adulto, tomé una ducha para retirar el sudor y el agua me hizo anivelar mis pensamientos así que me dispuse a ir a la enfermería necesitaba pedirle disculpas a Grealish.
Abrí la puerta sin tocar mi intención es ser breve, cuando entré me encontré con Mila sentada al borde de la camilla donde reposaba Grealish. 
Se perfectamente que Jack se aprovecha de la situación para tenerla cerca e incluso su vanidad se percibe a simple vista ya que no lleva camisa y se que el único motivo que hay es que Mila admiraré su figura.
— ¿Qué hace aquí? — pregunté refiriendome a Mila
— Vino a verme Carlitos — informó Grealish con una sonrisa en el rostro
— Tranquilo, no pasa nada somos amigos— comentó mientras retiraba el algodón de su nariz. 
Salí de la habitación sin despedirme, lo que más raro es la atención de Mila hacia Grealish hasta cierto punto yo sabía que ella lo odiaba que fue lo que la hizo cambiar de opinión.
Tal vez él la llamó o solo ella se preocupó, pero lo más sorprendente es la autorización que le dieron para ingresar dentro del club, no me sorprende que Grealish haya movido sus contactos.

En el estacionamiento del club la policía me esperaba para abordar a la camionera, la afición sigue molesta por el marcador y ahora el vidrio del coche en el que viajo tiene embarrado un huevo que lanzaron.
Thomas condujo con velocidad y no me queda de otra más que esperar las indicaciones del club.
No es una situación grave pero no se aún como lidiar con las malas críticas inglesas.

En la vida de Mila

Por la mañana, llegó un paquete a recepción a mi nombre. De inmediato lo abrí era un pack de bienvenida que incluía una tarjeta de socio "Citizen" con acceso a cualquier área del estadio. Tenía una nota dentro firmada con Grealish y el número 10.
La puerta de mi oficina se abrió sin antes ser tocada e intente guardar todo para no levantar sospechas, pero fue inevitable.
— ¿Que tienes ahí? — preguntó Ana
— Es una caja– respondí
— ¿Quién la envío? — volvió a indagar, aunque se adelantó y lo averiguó por sí misma.
— ¿Grealish? — comentó creando una mueca de disgusto, le respondí a través de un movimiento de cabeza.
— Que extraño saber que tiene muchas atenciones contigo, él es algo distinto — comentó
— ¿A qué te refieres? — pregunté con la necesidad de obtener más información sobre su extravagante personalidad.
— Mila, él es toda una celebridad, no me gustaría que te dañará.
— tendré cuidado — informé

A lo largo del día Ana me convenció de ir juntas al partido dentro del Etihad.
A travesamos las entradas del estadio, Ana portaba una gorra y bufanda azul celeste, se notaba muy entusiasmada supongo que es porque Julián es titular en esta temporada aparte es el mejor delantero.
Conforme vamos avanzando a nuestros asientos las personas le observan a Ana con asombro, le tratan con respeto y aprovechan para tomarse selfies, ella ya es una celebridad.
A lo largo del partido a distancia observaba a Carlos, sus facciones reflejaban frialdad mientras no dejaba de mascar chicle, una vez me contó que mascar gomas le tría concentración.

Me distraje unos segundos en el celular y al regresar mi atención al partido Grealish y Carlos parecían tener un altercado.
Al finalizar el primer tiempo tenía un mensaje de Grealish al abrirlo era una foto de él con la nariz sangrando.
Al terminar el partido estaba algo inquieta por Grealish ya que no regresó a la cancha, pasaron varios minutos y Ana fue a rencontrarse con Julián.

Las personas comenzaban a abandonar el estadio y lentamente el silencio se iba pronunciando ante la derrota en casa, escuche comentarios donde afirmaban que Carlos tuvo muchos errores a lo largo del partido. Me afecta que la mayoria de comentarios sean negativos, procuro no enfocarme en eso, la inquietud sobre averiguar el paradero de Grealish me estaba inundando por suerte llegó un mensaje que tranquilizo mi malestar.

Ven a la enfermeria, con el gafete puedes ingresar.

                                                Grealish
A

l entrar a la habitación totalmente blanca, limpia y apartada del ruido al fin pude verle con la nariz sangrando y unos cuantos algodones que al parecer ya estuvo utilizando porque están llenos de sangre. Me recibio con una sonrisa en sus labios que provocaba que sus ojos se razgaran demostrando felicidad.
—Hola Mila— Saludó, mi timidez y miingravidez para hablar solo me permitió saludar con un ligero movimiento de manos.

— ¿estas bien?— pregunté mientras me acercaba hasta el borde de la camilla  —si, solo me duele el tabique— respondió, la conversación fue interrumpida cuando la puerta se abrió sin antes avisar.
Carlos se apareció de la nada, sus ojos se abrieron como platos al verme ahi al parecer no lo esperaba, se notaba algo exaltado. Nuestras miradas chocaron lo que me hizo sentir nerviosa y mejor dirigí la mirada hasta una ventana.
Carlos le pidió disculpas a Grealish sobre lo sucedido y confirme que él fue el autor de la golpiza que Grealish recibio, él se fue sin despedirse y despúes Grealish me contó como fue que inicio de la pelea en el túnel hacia los vestidores y que llevaba días notándolo irritado que tiene sospechas de que pueda estar muy presionado por el trabajo.

La puerta se volvió a abrir e ingresaron una mujer rubia de mayor edad junto a una chica de casi veinte, se notaban preocupadas, me aleje de la camilla y ellas de inmediato se acercaron a Grralish preguntandolé como era que se encontraba,
La mujer de edad avanzada se percató de mi presencia y de pronto no dudo en saludarme.
— Hola bonita soy Karen, madre de Grealish— saludó de forma amable
— Hola soy Holly — saludó la otra chica quien parece tener una parálisis.
No quería seguir invadiendo el espacio de la familia y opté por despedirme a lo que no me dejaron ir, Karen fue muy atenta conmigo y se ofreció a llevarme hasta casa.

Espero y les haya gustado este capítulo, haganlo saber comentando o votando. Lo agradezco mucho :)






¿Hasta England?  Carlos Acevedo // Jack Grealish   Where stories live. Discover now