Las películas habían iniciado, estaba sentando en uno de los sillones junto a Nicholas, en el otro extremo estaban Ivy y Harrison, a diferencia de mí, que tenía a Nick recostado en mi hombro y a Azráel del otro, Harrison estaba usando a su hermana como almohada, había intentado hablar con él, pero siempre logró escabullirse de mí, sentí que estaba derrotado, y así me veía con mi cabeza apoyada en el espaldar del mueble mientras veía hacia arriba.La película comenzó y con ella, las risas también, era inevitable. Son como niños tiene esa escena del básquet de ellos jóvenes que atrapan a cualquiera.
¿A veces no les sucede que, a pesar que una persona esté lejos y haya otros ruidos, el olor o solo el sonido de la persona para ti destaca entre los demás? Bueno, eso me sucede a mí.
La risa de Harrison resonaba en mis oídos sobre los demás a pesar de los lejos que está, su rostro estaba cubierto por su cabello oscuro, también era apenas iluminado por la luz del televisor y por la de la máquina de palomitas. Sus labios se veían delgados y palidos, su nariz destacaba sobre todo su rostro, era respingona aunque tenía una pequeña curva en ella, y sus ojos mieles, el color de éstos no se lograban apreciar pero sí la claridad de ellos.
Solté un suspiro y miré hacia abajo, había un bol de palomitas de Star Wars en mis piernas que comparto con Nick y Az, subí mi mirada a la película que había dejado de prestar atención por andar mirando a Harrison y me sorprendió el hecho de que ya iban en la escena del funeral, iba a voltear a mirarlo otra vez pero el rostro de Nick se interpuso, se había movido de mi cuello y me miraba serio, sus espesas cejas más oscura que su tono de cabello al igual que yo y Daimon estaban fruncidas, yo solo eleve una de las mías como diciendo "¿qué pasa?" pero él no respondió, al parecer solo se había movido para tomar más polomitas y acomodarse en su lugar, mi hombro ya no era una zona cómoda.
O posiblemente me vio espiando a Harrison, pero él era uno de los que estaban riendo así que eso significa prestaba atención a la película.
Cerré los ojos, lo hice con fuerza tratando de pensar.
De un momento a otro la película ya iba por la mitad y mi cabeza daba vueltas, con los sonidos de fondo pero no de la película ni de la gente alrededor sino de la risa de Harrison, y yo no entendía.
No entendí qué hice, se que no soy un chico dulce y bueno pero tampoco uno chico problematico.
Había sido todo tan de repente, digo.
Harrison luego de muchos años me invitó a su casa, conviví con el varias veces, sentí sus ojos sobre mí de una manera que nunca había sentido.
Me invitó a su casa, jugamos, nos divertimos, reímos, me sentó en su silla, no sé si tenga eso importancia pero Ivy le dió mucha importancia lo cual hizo que le tomara importancia y en aquella noche donde mis padres volvieron a pelear y me sentía como la mierda me habló, me sentí genial, se me olvidó todo lo que sucedió y eso fue increíble, hable con él hasta dormido y si hubiera podido entre los sueños le seguiría respondiendo los mensajes.
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A mi lado
Teen FictionHayden, un chico de 17 años, alto, cabello rubio, deportista, y con toda su vida planeada. Está super enamorado de una chica, su vecina Ivy; algunos años mayor que él y con una belleza innegable, una chica con la que no había tenido mucha interacció...