Jaque Mate (Rivama)

fuera de control

 
Punto de vista de Rivers.

Silencio, eso era lo que llenaba la habitación. No podía dormir, no después de lo que había pasado por la noche. Mi cabeza estaba trabajando como loca, siempre pensando en el vídeo; aquellas sucesiones, todo, tirando por la borda cualquier probabilidad de dormir bien.

Nada más acabar el vídeo, la pantalla se quedó en negro, dejándome ver así la sorpresa en el reflejo de la pantalla del portátil. Por primera vez en años me habían tomado por completa sorpresa. Ver esas imágenes fue mucho peor que imaginarlas, y ahora tenía la prueba de que mis teorías iban bien encaminadas. Permanecí frente a la pantalla negra mientras la cabeza me daba vueltas. Sentí que todo el cuerpo me reaccionaba, como si mi sistema nervioso estuviese convulsionando, pero por fuera, parecía que no me pasaba nada. Fue como explotar; una explosión que llevaba por dentro. Un puto nudo en la garganta, y mis ojos llenos de lágrimas como consecuencia.

"Samantha..."

Escuché la voz de Abril en segundo plano, casi imperceptible. Ahí fue cuando mi cuerpo pareció reaccionar. Apreté la mandíbula mientras me obligaba a tragarme el maldito nudo en la garganta. Una lágrima solitaria cayó, pero desapareció aún más rápido. Cerré el puño sin prisa al rededor de la pistola, pero con la fuerza necesaria para que me dolieran los dedos. Podía sentir mis manos temblar, y no sólo las manos, el cuerpo entero.

"Va a pagar por esto hoy. Bastardo, bastardo..."

"No. No puedes perder la calma" Su tono de voz estaba lleno de comprensión y miedo a la vez. "Necesitas estar centrada"

"Esto no se quedará sin su consecuencia..." Me levanté despacio de la silla, dejando por fin que las lágrimas salieran. "¡Esto no queda así!"

Mis lágrimas sabían a enfado, odio y rencor.

"Por dios! Intenta estar más relajada. No podemos hacer un movimiento mal, porque puedes ir a la carcel o incluso morir."

"¿Te crees que me importa?" Casi grité. "Ese puto hombre me ha destrozado todo, Abril! ¡Todo! Él..."

"¡Lo sé! ¡Lo sé! Pero ya hemos planeado nuestra revancha, no te pongas así ahora. Le daremos su merecido" Me tocó los hombros con delicadeza.

"Ni eso podrá saciarme. Quiero verlo destrozado, y seré yo quien haga todo." Dije mientras apoyaba el arma en la mesa de hierro. "Lo voy a matar, tal y como he deseado durante todos estos años."

"No puedes hacerlo, nunca has matado a nadie tú sola. Tú no eres así..."

"¿Te estás intentando convencer a ti misma de eso?" Solté, completamente descontrolada. "Ya no soy la misma persona que solía ser, ¿Es que no lo ves? ¡Abril! ¡Estoy cansada! Quiero destrozar a Christopher Collins y ¡lo voy a hacer hoy!

"¡No! ¡No vas a hacer nada!"

Pensaba que yo había tenido unos años un poco duros, viendo cosas muy desagradables, pero nada se comparaba al vídeo. Habia llegado a mi límite. En ese momento, todos los motivos plausibles de mi plan se habían multiplicado. Si antes estaba sedienta por querer quitarle el poder al rey, ahora tenía la necesidad de destrozarlo con mis propias manos.

Otra persona se habría aislado del mundo, habría llorado, habría buscado ayuda, pero en una vida en la que sólo cuentas contigo misma, la retirada no es una opción. No tenía la fuerza para llorar, no tenía tiempo para sentirme frágil. No quería sentirme débil, y no lo haría. Tome aire con calma, sintiendo el aire entrando por mi nariz. Miré al cuerpo inconsciente de Christopher en la cama. ¿Cuánta gente habría tenido la suficiente sangre fría para matar a la persona que más odias en la vida? ¿Cuánta gente habría sido capaz de casarse con una persona que te produce arcadas? Oh, no era algo fácil de hacer, nunca lo ha sido. A menudo me sentía mal, pensando que me habían dado mal la información, pero algo en mi me pedía seguir, persistir, y eso fue exactamente lo que hice. Sexto sentido, el que nunca me falla. No había información equivocada, todo era verdad. Esos ojos misteriosos escondían un pasado asqueroso, sucio, tormentoso... Para tratar con estos tipos de personas, no había nada mejor que convertirte en una de ellas.