Capítulo 2 || Paul

669 34 3
                                    

Los días pasas muy rápido en la academia, hace tan solo unos días que entramos y ya he podido notar cambios en todo. Mis amigos los primeros.

Chiara ha congeniado de una muy buena manera con Violeta, y casi siempre está con ella y con Salma. También está con Ruslana, cosa que me tranquiliza porque son grandes amigas y no quiero que se pierdan la una a la otra.

Ruslana por su parte, aunque se sigue juntando con nosotros, pasa mucho tiempo con Omar, ya que tienen una relación algo extraña, pero esta feliz.

Lucas es el único con el que sigo igual que siempre, solo que ahora también está Alex, cuando no está con Denna. A veces se junta también Cris, pero va más por libre. Me gusta que con él siga todo igual, porque me cuesta mucho integrarme y no podría soportar que todos hayan encontrado su sitio aquí dentro sin mí, porque yo no sé como hacerlo. De hecho, junto con Alex y Cris, las pocas personas con las que más he hablado han sido Bea y su amigo, Álvaro. Estos dos últimos están siempre juntos. He podido conocer mejor a ambos, aunque claro, sigo sin saber cómo socializar con ellos sin sacar a relucir esa vena friki que suele echar para atrás a la gente.

Justo en ese momento, cuando pienso en ello mientras toco el piano, entran Rus, Chiara y Bea. Es raro no verla con Álvaro la verdad. Dejo de tocar en cuanto se sientan y al hacerlo Rus empieza a abuchear.

— ¡Oye! ¿Por qué paraste? Nos gusta escucharte, vinimos a eso.

— Ah... No sé, quizá queríais usar vosotras la sala y os molestaba.

— Ay, Paul... Deja ya esa tontería, vamos, toca algo anda.

— Bueno, esta bien...

Comienzo a tocar con alguna duda la melodía, ya que no me sé muy bien del todo las notas, pero en cuanto consigo algo más o menos fiel al resultado real, cojo carrerilla. Empiezo a cantar Those Eyes, tan solo porque es la que se me ha ocurrido y me meto dentro de la canción, sin importar que tres personas me estén mirando atentamente. Es más, me concentro tanto en ella, que al terminar y abrir los ojos de nuevo, hay otra persona en la sala.

Álvaro.

No sé porque me importa tanto que haya llegado sin que me de cuenta, quizá es por si lo he hecho mal. O si he parecido muy ridículo con mis gestos, es algo que no suele gustar a la gente.

Aparto las manos de las teclas rápidamente y miro a mis amigas. Rus me mira con su típica sonrisa y Chiara da pequeños aplausos emocionada. Bea la sigue y me felicita por ello, por lo que le doy las gracias. Él es el único que no ha dicho nada, y tampoco parece que vaya a hacerlo, así que le cedo mi asiento a Bea y salgo de la sala.

No se muy bien que hacer, por lo que decido dar una vuelta por la academia y ver al resto de mis compañeros, cosa que al final no es muy buena idea. Me doy cuenta de que soy incapaz de meterme en cualquiera de los grupos que he visitado, y ellos tampoco se dan cuenta de que estoy ahí. El sentimiento que conozco perfectamente desde que soy pequeño se instala en la boca de mi estómago y decido ir a la terraza, porque es el único sitio que está solo ahora mismo.

Me siento en uno de los sofás que hay y me arropo con una manta porque ahí fuera hace algo de frío. No se cuanto tiempo paso mirando a la nada, pero la puerta se abre de forma brusca y al instante escucho alboroto. Son Álvaro, Martín y Juanjo. Decido no hacer mucho caso y seguir ahí sin hacer nada, pero se sientan donde pueden alrededor y comienzan a hablar sin más. Sin más hasta que Álvaro decide meterme en la conversación.

— ¿Y a ti, Paul? ¿Que te gusta?

— ¿Qué?

Estaba tan en mi mundo que no les prestaba atención. Álvaro sonríe y agita un poco la cabeza hacia los lados, riéndose, antes de volver a hablar.

— ¿Que música escuchas?

— Oh... Pues, de todo un poco.

— ¿Si? Espero que te guste Ariana Grande...

— Si, no está mal, soy más de Taylor Swift, eso sí.

— Bueno, algo es algo.

Poco a poco me meto más en la conversación, aunque eso dura poco porque, a los pocos minutos Martín y él comienzan un juego que deja entrever algún que otro tonteo. Además, nada más empezar dicho jueguecito, Juanjo sale de la terraza con una expresión muy seria y hablando entre dientes. Eso les corta un poco el rollo, sobretodo a Martin, que le sigue con la mirada hasta donde está alcanza. Sin decir nada, sale también de la terraza y nos deja a Álvaro y a mi allí solos.

Cómo él está mirando sus manos me permito observarle. Tiene aspecto de decaído y todo rastro de buen rollo ha desaparecido de su cuerpo. Mis neuronas deciden conectarse rápidamente y no se me ocurre otra cosa que soltar una estupidez.

— Te gusta, ¿eh?

Él levanta la cabeza y me mira, algo sorprendido.

— ¿Qué?

— Perdón, no quiero ser un entrometido ni nada, pero según te has quedado al irse Martin, parece que te gusta.

— Ah, eso... Nah, no tendría oportunidad tampoco. Supongo que has visto también lo de Juanjo.

— Oh... —Miro la puerta por donde desaparecieron ambos antes— No lo sabía...

— Es un secreto a voces, supongo. Pero bueno, que yo estoy bien, eh. Tu tranqui.

— Me alegro entonces.

Ambos nos miramos y puedo ver como sonríe tímidamente antes de volver a hablar.

— Bueno... Voy a buscar a las chicas, a ver que hacen.

— Oh, ehm, vale.

— ¿Te quedas?

— Sí, sí... Tranquilo.

— Esta bien, chao.

Al pasar por mi lado, posa su mano sobre mi hombro y la aprieta levemente mientras sale de la terraza. Eso me hace sonreír levemente, supongo que no estoy tan aislado después de todo.

🤍

Those eyes|| OT2023Where stories live. Discover now