En la oscuridad, donde nos ocultamos
y huimos de la falsa luz.
Es ahí, donde se dan las terribles batallas
y nos ponemos a prueba,
donde la victoria no es motivo de orgullo
y la derrota no produce un mártir.
Cual crisálida salimos transformados
sin importar el resultado, hemos cambiado
y solo por dentro, muy dentro
sabemos contra que luchamos
y el resultado no se dice, no se festeja.
Las decisiones son difíciles de tomar