- Nagi, esto no es un comportamiento normal entre amigos, lo sabes, ¿no?

- Ya lo sé – lo siguiente lo pronunció en un susurro, casi como si temiera lo que pasaría si su invitado llegaba a oírle – pero hace mucho tiempo que no te veo solo como un amigo...

- ¿Has dicho algo? No alcancé a oírte.

- ... No es importante...

Reo frunció el ceño, la razón por la que había usado sus vacaciones para ir a ver a Nagi era para que este se abriera a él y que, en alguna medida, pudieran recuperar su amistad. Pero una vez más el albino decidía callarse, las punzadas directas a su corazón no paraban. Exhaló un suspiró plagado de una mezcla de cansancio e ira y empujó a Nagi para que se apartara de su camino, en esta ocasión lo hizo sin oponer resistencia.

- Voy a hacer algo de cenar, ya ha anochecido – el albino posó su mirada en el oscuro cielo que se veía a través de su gran cristalera – tendrás algo de comida además de snacks, ¿no?

Nagi se rascó la nuca en actitud pensativa y acto seguido asintió levemente, aún sumido en sus cavilaciones. Reo abrió la nevera y las alacenas, sacando los ingredientes necesarios para cocinar una buena cena: ramen instantáneo. Reo no pudo evitar sonreír. Nagi grabó en su memoria aquella expresión.

- ¿Enserio? ¿Esto es todo lo que tienes?

Nagi volvió a asentir, esta vez más enérgicamente. Reo volvió a sonreír, el corazón de Nagi empezó a latir vivamente.

El joven Mikage no tardó demasiado en tener la cena preparada, y ambos hombres se sentaron en el suelo por comodidad. Nagi le cedió el mando sin pensarlo a Reo el cual abrió la aplicación de Netflix en busca de algo que cortara el silencio. Ahora se encontraba extremadamente consciente de la presencia del albino, por lo que en seguida sintió la presión de aquellos orbes azabache que tanto le gustaba admirar, aunque en la actualidad fuera más a través de una pantalla.

Pudo disimular y concentrarse un poco en su comida, pero una vez posado el envase vacío en la mesa, se le hizo imposible no llenar sus pensamientos de Nagi. Por la forma en la que lo miraba parecía querer decir algo, tal vez una confesión dada la intensidad de su mirada, pero se ve que no tenía la suficiente confianza como para alzar la voz. En su mente, Reo se estaba dando ánimos para atreverse y hablar primero, pero antes de que pudiera siquiera formar una frase coherente un tono de llamada inundó la estancia. La pantalla del móvil de Reo se encendió para enfocar el nombre de "Shidou". Nagi estaba lo suficientemente cerca como para poder ver de quien se trataba y no pudo evitar apretar la mandíbula.

- Discúlpame un momento, tengo que coger esta llamada.

Reo no esperó a que Nagi respondiera para levantarse e ir hasta el balcón. No hacía demasiado frío y necesitaba estar en un espacio aparte para hablar con el cucaracho, con su personalidad seguro de que gritaría por el teléfono el enamoramiento de Reo.

- ¿Por qué me llamas a estas horas?

- He visto que estás en Manchester, ¿estás en la casa de tu querido novio-aún-no-novio y por fin le está comiendo la boca, o te lo has vuelto a callar?

- Eso no es de tu-

- ¿ESTÁ POR AHÍ NAGI? EY, NAGI, QUE SEPAS QUE REO ESTÁ DESAANDO QUE LO LLEVES A LA CAMA Y LO DEJES SIN PODER CAMINAR-

Click . Ese fue el sonido de la comunicación siendo cortada. Reo no tenía tiempo para las tonterías de Ryusei. Esperó unos momentos hasta que el hombre volvió a llamar.

- Vale, vale, no estás de humor.

- ¿Qué quieres?

- ¡Solo quería saber que tal estabas! Sé lo poco que te gusta ser el foco de atención de la prensa.

- En inevitable siendo un jugador de fútbol de talla mundial y el heredero de una de las más grandes fortunas de Japón.

- ¿Estás en su casa entonces? ¿No ha habido ninguna mejora?

- La verdad es que sí, por un momento Nagi se mostró vulnerable frente a mí, incluso lloró.

- ¿¿¿NAGI SEISHIROU MOSTRANDO ALGO MÁS QUE SU POKER FACE??? HE WANTS YOU FR

- ¿Podrías dejar de gritarme al oído? No quiero retirarme antes de tiempo.

- Perdona, perdona. Solo quería saber que tal estaba mi amigo.

Reo suspiró mientras ladeaba la cabeza. Si en el pasado le hubieran dicho que se volvería tan cercano con este demonio y que acabarían forjando una amistad tan fuerte, habría tachado de loco a quien dijera eso.

- No tienes que preocuparte por mí, yo fui quien decidió intentar volver a ser cercano con Nagi. Si al final no hay nada que hacerle, cada uno irá por su lado.

- No creo que eso pase, pero está bien.

Re frunció el ceño.

- ¿A qué te refieres?

- ¡A que Nagi también está enamorado de ti! Estoy seguro. Es más, apostaría mi relación con Sae a que él siente lo mismo que tú, pero a ambos se os da fatal eso de comunicaros.

- Basta, Shidou.

- Solo digo la verdad, pero como veas.

- Voy a colgar, está empezando a hacer frío. ¿Algo más que quieras decirme?

- USAD CONDÓN.

- ¡Shidou!

Por el otro lado de la liña se escuchó una leve risa. Reo juraba también escuchar algo de fondo, seguramente sería Sae cocinándole algo al inútil de su amigo.

- Solo... cuídate.

- ... Lo haré.

Reo alejó el dispositivo de su oreja y deslizó el icono rojo. Conocía ya bien a Shidou y sabía que siempre esperaba a que el otro cortara la llamada. Al volver a entrar en la casa se encontró de bruces con Nagi el cual lo miraba intensamente. Reo por alguna razón sintió que debía calmar a Seishiro por lo que le regaló una sonrisa, lo cual funcionó.

- ¿Quién era?

- Shidou, quería hablarme sobre lo de la prensa, que ya ha corrido la voz de que estoy en Manchester. Puede que mañana la gente sepa también que hoy estuve en tu casa.

Nagi volvió a su intensa mirada. Reo sintió como si hubiera dicho algo malo.

- ¿No te vas a quedar a dormir?

-... Bueno, no tenía planeado quedarme más tarde de la cena... - "no seas un cobarde" – pero puedo quedarme, si quieres.

El brillo volvió a los ojos de Nagi, para luego pasar a ir a su habitación para, según Reo, coger una manta para que pudiera dormir en el sofá. Pero al ver que el albino no salía de la estancia, vio desde el marco de la puerta como Nagi preparaba su cama. El más alto pudo notar como la mirada de Reo escrudiñaba todos sus movimientos.

-... ¿Vamos a dormir en la misma cama?

- Solo tengo una cama, la otra habitación la convertí en un game room .

- Puedo dormir en el sofá, es bastante amplio.

Nagi no respondió de inmediato, parecía estar barajando qué decir.

-No te lo recomiendo, cada vez que duermo ahí acabo con dolor de espalda. - Nagi se acercó a Reo y le mostró los ojos de cachorrito que siempre hacía que su corazón se derritiera – durmamos juntos, ¿sí?  

Boy meets luvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora