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Como había prometido, Reo se dirigió hasta la casa de Nagi para pasar el día. El joven Mikage le había propuesto diferentes planes, pero finalmente el más alto había preferido pasar la velada en la comodidad de su casa. Su excusa había sido que "en su casa tenía todo lo que necesitaba, quien faltaba era Reo." El albino había abandonado su perezosa rutina para limpiar a fondo su apartamento con la esperanza de que su (ex) mejor amigo lo complementara. Pero la actitud de Reo se había vuelto fría en lo relativo a él, por lo que no le puso demasiada atención a sus alrededores.

El joven Mikage se sentó con recelo en el sofá de Nagi mientras este dejaba los platos con snacks en la mesa de café. Reo calmó un poco sus nervios al ver que todos los comestibles eran sus favoritos. Esperó a que Seishiro se sentara para llevar comida a su boca (para no tener que empezar a hablar).

- No he podido conseguir las paletas que te gustan, no las vendían en la tienda de comestibles, espero que no te importe.

- No te preocupes, no tiene importancia...

El silencio volvió a reinar entre ellos, pero parecía que solo incomodaba a Reo, el cual no podía evitar mirar de reojo a Nagi cada pocos segundos, pendientes de su próxima acción. Nagi se encorvó para coger dos mandos y un bowl , el cual se lo puso a un lado mientras le ofrecía uno de los mandos a Reo. En ese momento ambos recordaron su tiempo como alumnos de instituto, cuando no necesarias eran las palabras para que se entendieran entre ellos.

Una vez empezado el juego, ambos se pusieron en modo competitivo, no dejando ir su atención de la pantalla, o por lo menos eso creía Reo. En su trance por llegar a la victoria no notó como Nagi se fue acercando a él hasta acabar pegados el uno al otro. Ante el no esperado contacto, Reo paró en seco sus combinaciones en el mando mientras la pantalla iluminaba un gran "Game Over". No podía callar por más tiempo, pero no pudo expresar palabra antes de que Nagi hablara:

- Reo... aunque no lo creas, te he echado mucho de menos. Lo hago todos los días...

Nagi subió su mano para rascarse la nuca.

- Ya sabes que no se me da bien hablar de cosas tan molestas como los sentimientos... Pero quiero que sepas que de verdad me importas, siempre lo has hecho.

- ... Me alegra saber eso, de verdad. Pero unas simples palabras de afecto no van a hacer desaparecer todo el dolor de tener que ver como mi mejor amigo prefiere estar sin mí.

El impasible semblante de Nagi pasó a mostrar una expresión de puro dolor ante aquellas palabras. Varias veces intentó responder ante aquella dolida confesión, pero sin importar sus tentativas no podía mantener sus pensamientos a raya y formar frases coherentes.

- ...Yo... - su voz se empezó a entrecortar cuando la primera lágrima cayó. Reo subió el rostro ante el cambio de tono de su amigo para toparse con un rostro plagado de incesantes lágrimas – no quiero perderte... Reo...

Y no volvió a pronunciar palabra, simplemente dejó que sus lágrimas lo ahogaran. Reo no dudó en arroparlo entre sus brazos mientras intentaba que sus emociones no se desbordaran también. Estuvieron un buen rato así, enredados sin saber dónde empezaba uno y donde acababa otro, lentamente dejándose abrazar por los brazos de Morfeo.





Reo fue el primero en despertar al sentir algo pesado que le impedía respirar con normalidad. Tan pronto abrió los ojos se topó con la blanca cabellera de Nagi, la cual permanecía impasible. Su mano acabó inevitablemente acariciando aquella cabellera, lo que hizo que su dueño exhalara pequeños sonidos. Poco después Nagi levantó el rostro y le regaló una tímida sonrisa al joven Mikage, no pudo evitar sonrojarse. Reo intentó levantarse, pero Nagi ejerció más presión para que siguiera en la misma posición. Después de varios intentos, decidió rendirse cuando Nagi al fin puso sus brazos alrededor de su cintura.

Boy meets luvTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang