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RUE NO PUEDE CREER LO QUE ESTÁ VIENDO, EL PARQUE DE TRAMPOLINES FRENTE A ELLA es enorme, tan grande que ella cree que ahí cabrían siete familias Walter completas, y aún sobraría espacio. Rue observa cómo Isaac da volteretas en el aire mientras ella se pone sus calcetas, cuando Isaac dijo que le gustaría, Rue juro que sería algo fenomenal, pero eso era lo que le seguía, Rue ama los trampolines y, al parecer, el chico Garcia lo sabía de sobra.
Rue salta a su lado y pierde el equilibrio al saltar muy cerca de Isaac, quien obviamente tiene más peso que ella, el chico sonríe y la sostiene.
—¿te animas a un juego de basquetbol en trampolines, o eres una gallina, pecas? —insinúa Isaac mientras le sonríe con la pelota en manos.
—Solo no quiero ver lágrimas cuando te derrote.
Isaac sonríe, respuestas como esa lo hacen ver porque se enamoró de ella en primer lugar. Ambos caminan hacia un trampolín rectangular dentro de una red que evita que el balón salga del área, Rue es la primera en tirar, se prepara y da un tiro perfecto, lo que ocasiona un chille de emoción y le saque la lengua a Isaac.
—Suerte de principiante.
—O talento de profesional —contradice Rue con un tono cantado.
Isaac rueda los ojos con diversión y se prepara para su tiro, en el cual falla miserablemente.
—Eso... eso ha sido un cáliz —se excusa el chico, girando para ver a Rue intentando guardar su risa—. Puedes reírte, pecas, eso fue patético.
Rue estalla en una risotada por un par de segundos y después se compone, Isaac no deja de mirarla durante su pequeña crisis de la risa, para el, no había mejor sonido que ella risa de Rue, esa que el mataría por escuchar una y otra vez.
El juego continuó por cinco rondas más, en las que la ganadora fue Rue, con cuatro puntos y Isaac con tres, Rue alardeó de eso mientras se aventaba a la piscina de esponjas, luego de un rato Isaac propuso subir al segundo piso a comer, en donde había videojuegos antiguos. Rue asintió encantada.
Ambos se sentaron en un pequeño cubículo que pretendía ser una camioneta estilo scooby-doo a Rue le pareció hilarante. Mientras Rue observaba el menú, Isaac la miraba a ella, como su lengua salía de vez en cuando y eso significaba que estaba pensando, también como cuando se le antojaba algo dejaba un dedo en esa página y seguía viendo las demás. Finalmente la de pecas se decidió.
—¿está bien si pido boneless? —inquirió Rue.
—Pide absolutamente lo que quieras, pecas. Yo pago —Isaac le dio una sonrisa coqueta y finalmente ponía atención en el menú.
