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ES DÍA DE JUEGO Y RUE PUEDE VER POR SU VENTANA A COLE PRACTICANDO CON PARKER, también nota como Isaac intenta jugar y falla deplorablemente, sale de la casa y se acerca silenciosamente, Cole la ve, Rue pone un dedo en sus labios, Cole asiente con una sonrisa cómplice y se enfoca en Parker de nuevo, quien pide otro lanzamiento ya que Isaac atrapó el pasado.
Rue salta a la espalda de Isaac y logra derribarlo, haciendo salir carcajadas de los chicos y Parker. Isaac se levanta y ayuda a Rue a hacer lo mismo.
—¡Isaac García vuelve a caer, esta vez por una intercepción de la joven Rochelle Jenkins! —narra Lee entre risas.
—Oigan, que buen juego, pero es hora de terminar, ¿de acuerdo? —pide George.
Observa como Isaac mira a Rue y sonríe. Hacía tiempo que el chico sentía algo por la de pecas, y no se llevaban tan bien, así que le alegra que ahora Rue esté más abierta a pasar tiempo con él.
Lee corre hacia adentro argumentando que necesita ir al baño, Parker también se va, quedando solo Isaac, Rue y Cole . Aunque el último termina por irse, siguiendo a Parker.
—Tienes un pequeño problema con tocarme, Elly Jelly —bromea Isaac, acercándose a Rue.
Rue da un paso atrás, pero Isaac no deja que se aleje tan fácil, así que la toma de la mano y la atrae hacia el, de nuevo, están muy cerca.
Si Rue fuera sensata tendría en cuenta que en cualquier momento puede verlos alguien, si fuera sensata caería en cuenta de la cercanía y de lo mucho que pueden arruinar si alguno de los dos se acerca más.
Pero Rue Jenkins no es sensata, así que da un paso más al frente, su mirada hacia arriba, chocando con la de Isaac.
—Quizá el que tiene un problema con tocarme eres tú... —murmura Rue a centímetros de la boca de Isaac.
Voy a besarlo. Voy a hacerlo.
—Quizá si.
Sus miradas son eléctricas y Rue puede sentir la tensión, quiere besarlo. Pero es Isaac, el hermano de su mejor amigo, el chico que la ha molestado desde siempre, el que tiene a las porristas detrás de él. Ese mismo Isaac.
—Estamos muy cerca, García... —dice Rue, pero Isaac está muy consciente de eso.
—Lo sé, Elly Jelly. Lo sé... ¿te molesta? —pregunta Isaac, su sonrisa ladina se hace presente.
—Para nada. ¿A ti?
—Estoy encantado.
—Deberíamos entrar, prometimos ayudar a Jackie... —recuerda Rue, separándose un poco de Isaac.
