𝟎𝟑 𝓘𝓷𝓲𝓬𝓲𝓸

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—Nacidos en Osadía con Lauren, traslados conmigo, ya. —Ordenó el líder. 

La mayoría del grupo se fue, quedándonos solo los nuevos, algunos estirados, algunos de verdad y pocos de Erudición.

—Más que nada trabajo en inteligencia pero en el entrenamiento seré su instructor. —O sea que no es un líder. 

—Me llamo Cuatro. 

—Cuatro, ¿cómo el número? —Preguntó una Verdad como si de un chiste se tratara. 

—Cuatro como el número. —Afirmó en instructor. 

—¿No estaban disponibles dos y tres? —Preguntó burlándose, teniendo como resultado varias risas de parte de algunos, incluso mías. Cuatro me miró serio. 

—¿Cómo te llamas? —Preguntó a la boca floja. 

—Cristina. 

—Bueno, Cristina. La primera lección que vas a aprender si quieres sobrevivir aquí es... Mantener la boca cerrada. ¿Entiendes? —Intimida, intimida demasiado, a Cristina no le quedó de otra más que susurrar un "sí". 

—Síganme. —Comenzó a caminar haciendo que todo el grupo comenzara a mirarse entre sí. 

—Al parecer tenemos un instructor un tanto amargado. —Peter bromeó. 

—¿Un poco? Yo diría muy pero muy poquito. —Reímos. 

Cuatro paró en seco y volteó a vernos fijamente. 

—¿No entendieron lo que es mantener la boca cerrada o se los explico de otra manera? Al parecer los Eruditos no son tan inteligentes como pensamos todos. 

—¿A qué te refieres con eso? —Pregunté enfadada. 

Cuatro me miró y comenzó a acercarse intentando intimidarme con su altura y su mueca de burla, se acerco a mí y se agacho lo suficiente como para poder susurrarme al oído y que nadie lo escuchara.

—Eras Erudita, ¿cierto? Yo creo que eres lo suficiente inteligente para saber leer a las personas, lee lo que yo guardo y lo que quiero que sepas, quizás puedas darte un beneficio de eso. 

Se alejó dándome una mirada retadora y continuando con el recorrido. 

Continuamos con el recorrido, nos mostró el pozo, el centro de la vida en Osadía, muchos Osados están ahí, con música a todo volumen, muchos bailando, platicando, haciendo peleas de juego y riendo entre ellos. Son una clara imagen de Osadía, libertad.

Comenzamos a caminar cuando pude notar que Cuatro tiene un tatuaje, no se perfectamente que es, pero se ven líneas en la parte de atrás de su cuello, más arriba de la espalda, quizás es un tatuaje en la espalda que termina en el cuello o no lo sé, ser Erudita y curiosa me hacen querer ver que es lo que hay dentro de su camisa.

Llegamos a lo que parece ser son los dormitorios y todos se miraron entre sí, caras de desagrado y asco se hicieron notar.

—Dormirán aquí las próximas diez semanas. 

—¿Chicas o chicos? —Preguntó un estirado. 

—Ambos. Y creo que les va a encantar el baño. 

Inodoros sucios, lavamanos en mal estado, papel mojado, gastado y sucio, regaderas oxidadas que al parecer algunas no funcionan, solo una llave... No hay agua caliente. Todos comenzaban a quejarse, pensando que era una broma pero al parecer todo era muy en serio. 

—Sí, te sentirás como en casa. Cámbiense. 

—Genial, todos verán lo huesuda que soy. —Dije a Peter con sarcasmo. 

𝑴𝒚 𝒌𝒆𝒚-𝑻𝒐𝒃𝒊𝒂𝒔 𝑬𝒂𝒕𝒐𝒏 (𝑭𝒐𝒖𝒓)Where stories live. Discover now