❝Resulto ser el jefe del servicio secreto❞.
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Como un pez moribundo, Zhang Shang abrió la boca en vano, luchando por respirar, tardó mucho en encontrar su voz debido a su garganta apretada.
Ye Fei le tapó la boca justo a tiempo antes de que soltara un grito como si fuera un pollo asesinado.
El hombre adulto temblaba como la paja tamizada.
Ye Fei bajó la voz y le recordó:
—Cálmate, no grites, si la atraes volveremos a morir.
Sólo después de escuchar sus palabras, Zhang Shang recobró algo de cordura y trató de calmarse, respirando hondo y conteniendo el grito que tenía atorado en la garganta.
La mirilla seguía dejando ver sólo un borrón negro.
La persona al otro lado de la puerta no se había ido, y la sombra se movía rítmicamente a través del hueco con el movimiento de su dueño.
La tía estaba de buen humor, tarareando una melodía desde detrás de la puerta, su canto era embriagador pero desafinado, resonando en esta noche oscura, era especialmente espeluznante.
Ye Fei soltó a Zhang Shang y se limpió las manos en la ropa durante el proceso.
Ligeramente dio un paso y se preparó para volver a su cama, pero antes de que pudiera dar un segundo paso, escuchó el sonido de algo pesado golpeando el suelo detrás de él.
“Bang...”
Ye Fei miró hacia atrás inconscientemente y vió a Zhang Shang quieto en su sitio, cuando miró hacia abajo, había un pequeño banco de madera a sus pies, que se había caído.
Ye Fei no pudo soportar mirarlo más, cerró los ojos y arrugó la frente.
El murmullo de la persona al otro lado de la puerta se detuvo bruscamente.
Tras una pausa de dos o tres segundos, la habitación se llenó del ensordecedor sonido de los golpeteos de la puerta, intercalados con los jadeos desgarradores de “je je” de la tía.
—Sabía que... ¡alguien seguía despierto!, ¡abran la puerta!
Zhou Zhengning, que seguía sentado en el pequeño banco, tembló de miedo, inconscientemente miró a Ye Fei y estaba a punto de preguntarle: “¿Qué debería hacer si tenía que luchar?”, pero al momento siguiente, escuchó a Ye Fei decir:
—Buenas noches.
Rápidamente, el hombre corrió hacia la cama y se quitó los zapatos de una patada, saltando sobre la cama y envolviéndose en la manta, fingiendo estar muerto.
Todo el conjunto de movimientos, se completó de una vez.
Zhou Zhengning se quedó boquiabierto, echó un vistazo al panel de la puerta que estaba a punto de romperse y siguió el ejemplo de Ye Fei, yendo a su cama para acostarse.
Zhang Shang estaba aún más preocupado, su cama era la más alejada e incluso perdió un zapato a medio camino. Casi en el momento en que se tapaba con la manta, la puerta del dormitorio se abrió de una patada y la débil luz que entraba por la puerta se alargó al instante, junto con la sombra hinchada de la persona que estaba al otro lado de la puerta.
Zhang Shang abrió los ojos en una rendija para poder ver, miró fijamente la sombra negra que se movía lentamente por el suelo y tragó saliva.
El sonido de los tenis arrastrándose por el suelo era muy claro, paso a paso, rozándole los tímpanos.
