𝑺𝒐𝒚 𝒆𝒍 𝒗𝒊𝒍𝒍𝒂𝒏𝒐, 𝒑𝒆𝒓𝒐 𝒆𝒔𝒕𝒐𝒚 𝒆𝒎𝒃𝒂𝒓𝒂𝒛𝒂𝒅𝒐.

Epílogo 1

—¿Cómo están mis feromonas?

Le puse la feromona directamente en la boca y le pregunté cómo se sentía.

Es bueno que viniéramos a una cafetería con habitaciones separadas, de lo contrario no hubiéramos podido realizar bromas como esta.

En respuesta a la pregunta de Tae-soo, Kang Se-hun chupó sus dedos unas cuantas veces más. Es una provocación, como si estuviera tratando de probarlo, pero sé que la respuesta ya está decidida.

—Dulce.

¿Dulce? Tae-soo ladeó la cabeza. Ahora puede sentir sus propias feromonas. No era súper dulce, como comer caramelos, pero era una feromona equivalente a ponerse un algodón de azúcar en la boca. ¿Diría que es suave y tiene una sensación suave como de nube?

—Tengo curiosidad. ¿Las feromonas tienen el mismo olor durante toda la vida?

Tae-soo preguntó con curiosidad, y Kang Se-hun parecía ligeramente sorprendido. Debe ser porque nunca antes le habían hecho esta pregunta.

—Ahora mismo me gusta mucho esta feromona, pero me pregunto si será así más adelante, cuando sea de mediana edad. ¿No cambian las feromonas para volverse más maduras o algo así?

—¿Qué es ese aroma maduro del que hablabas?

Kang Se-hun, quien recuperó su tranquilidad habitual, aceptó las palabras como si se estuviera divirtiendo.

—¿Un aroma profundo y pesado como el de hyung?

Por ejemplo, las feromonas de Kang Se-hun o el olor corporal de Kang Se-hun. O lo que siento cada vez que abrazo a Kang Se-hun.

—Podemos comprobarlo en el futuro, cuando seas muy mayor.

—Estás diciendo que no lo sabes ahora mismo.

—Dicen que las feromonas no suelen cambiar mucho de olor, pero nunca se sabe. Será interesante ver qué pasa con una manifestación tardía como la tuya.

Kang Se-hun no dio una respuesta definitiva, pero dejó espacio para responder. Tae-soo se burló cuando vio la obsesión que se filtraba detrás de esa expresión adulta.

Pregunté, pregunté.

Sabía que se aferraría a mí para ver si mis feromonas habían cambiado.

—De todos modos, no está mal comer macarrones por el sabor que te recuerda a mí.

Tae-soo volvió a la conversación original y sonrió suavemente.

—Puedes volver a sentir el sabor dulce más tarde, pero ¿no es agradable poder tener una cita en cualquier momento?

No podemos pasar mucho tiempo debido a Yun-soo, pero ahora tenemos más oportunidades de hacer tiempo.

Encontré a alguien que cuidara a Yun-soo mientras yo esté en la universidad. Me preguntaba si sería posible para mí estar separado ya que siempre estaba con Yun-soo, excepto ocasionalmente cuando alguien más lo cuidaba. Esas preocupaciones desaparecieron después de que me comprometí a ir directamente a casa después de clase y ver a Yun-soo por la noche.

Ah, se me olvidó una cosa.

—No lo olvidaste, ¿verdad? Ahora tendrás que preocuparte por las feromonas.

—Está bien. Tendré cuidado con mis feromonas y las de otras personas.

Ahora que podía oler las feromonas no solo de Kang Se-hun sino también de otras personas, no sabía si la batalla real resultaría como esperaba.

                                      ***

Tae-soo ingresó al último semestre justo a tiempo del comienzo del segundo semestre. Parecía que todo había vuelto a la normalidad, sólo que la graduación se había retrasado un año.