Por siempre Ceniciento: Su historia de amor

La sonrisa de la pintura

-Dije que quería un huevo hervido cuatro minutos, no cuatro huevos de un minuto, ¡¿En donde diablos esta nuestro pan?!- 

-Está saliendo del horno señorito

-Seishiro cariño, ¿Como te he dicho que te expreses?

-Un señorito de alta cuna no debe alzar la voz más allá de la gentil risa del murmullo del viento- 

-Sakura querida, no hables si no tienes nada que decir- 

-Lo hice bajo sin exaltarme cualquiera lo notaria- menciono Seishiro arrogante

-En realidad dudo que la resonancia de tu voz se permita en una corte real 

-No ire a una corte real, ¿O si madre?, nadie ira, excepto una tonta de Nion que se atreve a llamarse princesa- dijo Seishiro con sarcasmo

-Querido, nada es definitivo más que la muerte, aún entonces podemos negociarlo

El desayuno continuaba en aquella finca, Sakura un tanto incomoda por las pláticas de su madre y su hermano, siempre menospreciando a quienes podían.

-¿Por qué no hay sal en esta mesa?, ¡Fye!- grito la Baronesa

-¡Ya voy! - respondió Fye llegando con las manzanas recolectadas entrando a la cocina

-Esta enojada- menciono Yukito advirtiendo a Fye

-Si la oi, pero este sera un hermoso día- colocando sobre la mesa de la cocina las monedas de oro

-¡Oh mira eso niño!, ¿En dónde lo obtuviste?- sorprendida el ama de llaves

-De un angel bajado del cielo; y sé muy bien lo que are con el- dirigiéndose a Yukito tomando sus manos

-¿Touya?- con alegria y queriendo llorar al mismo tiempo

-Si la Baronesa puede vender a tu esposo para pagar sus impuestos esto puede traerlo de regreso la corte tendrá que liberarlo- 

-¡Pero la reina lo ha vendido!, lo enviaran lejos- Yukito estaba ahora triste

-Este es nuestro hogar no permitiré que se arruine-

Tras escuchar un nuevo grito de la Baronesa llamándolo tomo algunos platos para llevarlos.

-Ten cuidado niño, a ella le interesan estas monedas- el ama de llaves las escondió dentro del delantal de Fye 

Llegando al comedor con un rostro con una sonrisa falsa saludo.

-Buenos días madame, Seishiro, Sakura-

-Hola- saludo Sakura quien fue la unica en devolver el saludo con una sonrisa

-Espero que hallan dormido bien

-Si- volvió a responder amablemente Sakura

-Se te hizo tarde- dijo la Baronesa con seriedad

-Ah yo... me caí de la escalera de la hortaliza, pero no fue nada

-Alguien ha estado leyendo cerca del fuego otra vez, mírate llena de cenizas y hollín- Seishiro hablaba con desprecio mirando a Fye

-Algunas personas leen porque no pueden pensar por sí mismas- esta vez contesto la Baronesa 

-¿Por qué no duermes con los cerdos Ceniciento si te gusta tanto oler como uno? - decía Seishiro mirando a Fye con superioridad y burla 

-Sin groserías Seishiro- la Baronesa "reprendió" a Seishiro, solo porque para ella no era correcto que un señorito se expresara de esa forma - Ven aquí niño- tomando a Fye de la muñeca cuando estaba por retirarse - Tu apariencia no es muy buena, querido mío, ¿Qué puedo hacer para que cambies? - con cara de fastidio