Bebe 2

90 2 0
                                    

Unos meses habían pasado desde que Mina le había revelado a Tzuyu que estaba embarazada, y la pareja estaba emocionada y ocupada preparándose para la llegada de su bebé. Habían compartido momentos memorables, como elegir la cuna perfecta y pintar la habitación del bebé en tonos suaves y acogedores.

Tzuyu se había convertido en una fuente constante de apoyo para Mina, acompañándola a todas las citas médicas y leyendo libros sobre la maternidad juntas. La pareja también compartía risas y conversaciones sobre cómo nombrarían a su hijo. Habían llegado a una lista de nombres que ambos amaban, pero aún no habían tomado una decisión final.

Un día soleado, mientras disfrutaban de un picnic en el parque, Mina acarició suavemente su barriga y miró a Tzuyu con una sonrisa cariñosa. "Tzuyu, ¿alguna vez pensaste en cómo será cuando finalmente tengamos a nuestro bebé entre nosotros?"

Tzuyu sonrió y asintió. "Sí, Mina, lo pienso todo el tiempo. Imagino a nuestro hijo llenando nuestras vidas de amor y alegría, y sé que seremos las mejores mamás que pueda tener".

Mina asintió con gratitud. "Eso es lo que más deseo, Tzuyu. Quiero que crezca en un hogar lleno de amor y comprensión".

A medida que pasaban los meses, la barriga de Mina crecía, y Tzuyu la acompañaba en cada paso del camino. Juntas eligieron ropa para el bebé, crearon una lista de reproducción de canciones suaves para calmarlo y planearon cómo celebrarían su llegada.

Finalmente, llegó el día del nacimiento. Mina estaba nerviosa, pero Tzuyu la sostenía de la mano con amor y apoyo inquebrantable. Cuando escucharon el primer llanto de su bebé, lágrimas de alegría llenaron sus ojos.

"Es un niño", anunció el médico con una sonrisa.

Mina y Tzuyu intercambiaron miradas llenas de emoción antes de escuchar el llanto de su hijo. Lo miraron con admiración mientras el médico lo sostenía en alto antes de colocarlo en los brazos de Mina.

"¡Hola, pequeño!", exclamó Mina con ternura mientras Tzuyu le sostenía la mano.

Desde ese momento, su mundo cambió por completo. Se convirtieron en madres dedicadas, cuidando y amando a su hijo con todo su corazón. Cada día estaba lleno de nuevas aventuras y desafíos, pero Mina y Tzuyu enfrentaron todo juntas como una familia.

El amor que compartían como pareja se multiplicó al ver crecer a su hijo, y juntas, construyeron un hogar lleno de amor, risas y alegría. Sabían que, sin importar los desafíos que enfrentaran, siempre tendrían el amor inquebrantable el uno al otro y a su precioso hijo.

One shotsWhere stories live. Discover now