Eunhae/Haehyuk One Shots

Las luces se apagaron.

Sabes que miento ¿Cierto?

Quisiera volver a amarnos, levantarme cada mañana y como de costumbre ya estes despierto mirándome dormir, abrir los ojos y que te hagas el dormido. Esto duele demasiado Donghae ¿Cómo puedes mirarme tan tranquilo? Cuando yo por dentro quisiera morir. Soy un cobarde. 

Te acercas a mí con una sonrisa que no sé si debo interpretar como peligro, solo te miro y te sientas a mi lado para tomar mi mano y dejar un beso sobre esta ¿Por qué no puedo huir? No siento la misma emoción que antes porque algo se apagó en mi corazón, la luz del brillo de tus ojos, esa que me guiaba y tanto amaba ahora ya no provoca nada en mí, solo dejo que hagas lo que quieras conmigo. 

Lo que daría por poder besar tu cuerpo con mis labios dejando todo un camino por cada uno de tus lunares, por tu cuello tan varonil y detenerme en tus labios para disfrutar como antes. Todo se volvió tan rutinario que ya me da igual que te entregues a mi o no lo hagas. 

Ya soy todo un señor.

Recuerdo perfectamente la primera noche que pasamos juntos, nuestro primer beso y tu atención en todo momento ¿Por qué quiero alejarme? Si contigo lo tengo todo. 

Si algún día logro encontrar la respuesta habrá sido demasiado tarde, ya no me amaras y por fin habré logrado mi objetivo. 

Que dejes de amarme, como ahora yo hago.

Desde que me he mudado a otra casa la bañera ha sido una de mis mejores amigas, suelo llenarla hasta el tope y hundirme hasta quedarme sin aire, varios recuerdos aparecen en mi cabeza, lloro mientras abrazo la almohada y no sé en qué momento me quedo dormido, pues cuando siento que mi alma abandona mi cuerpo suena el maldito despertador. 

Malvavisco murió y no encuentro consuelo, no quiero lidiar con otras responsabilidades justo ahora que no sé dónde tengo la jodida cabeza ¿Por qué no puedo morir ahora? Ya no quiero aferrarme a una vida como la que llevo actualmente, la luz de mis ojos se apagó. Ni tu brillo puede ayudarme, no es como si rogara por tu ayuda y atención. 

El día ha llegado.

Finalmente podremos ver un excelente escenario frente a nosotros, tomo una ducha rápida bajo la regadera, prefiero no recurrir a la bañera porque hoy es un día especial.

Tomo unos de mis mejores trajes y aplico cremas costosas en mi rostro, no quiero que nadie note el deseo de abandonarlos, arreglo el caos que tengo por cabello y salgo en búsqueda de uno de mis mayores anhelos. 

Al llegar al recinto donde se presentarán nuestros gemelos mi corazón salta de alegría, ellos disfrutan del escenario y de todo el esfuerzo que pusimos en ese concierto, aun con traje les ayudo a practicar las coreografías y les doy algunos consejos para que disfruten de esta noche y no estén nerviosos. 

Antes del comienzo te veo llegar con nuestros hijos y Jong ayudando como siempre... 

Te ves radiante.

También llegas a desearles buena suerte a los gemelos y me miras con una gran sonrisa y me abrazas, algo dentro de mi da un pequeño brinco. 

Mi piel se estremece y mis ojos te miran atento.

Te retiras para ir a tu asiento y me quedo ahí con un mar de emociones que recorren todo mi cuerpo, abrazo a nuestros hijos y te sigo.