Good Lovers

5

SeHun caminaba por toda la clínica de su padre con el cabello negro peinado delicadamente hacía atrás, usando sus gafas redondas mientras algunas enfermeras hacían reverencias para él, sus practicantes, otros médicos, sabían que había que tener una buena cara ante él todo el tiempo, porque SeHun era el hijo del director del hospital, era importante, era de los más preparados después de la universidad, además era alguien increíblemente listo, educado y con una reputación impecable.

SeHun había tenido una buena vida siempre, al menos hasta que conoció a Baekhyun en la universidad, estaba realmente prendado de él, era alguien increíble, con una estrella dorada en la frente, de una manera metafórica, claramente, pero alguien que era brillante sin más, por eso estaba enamorado de él, era demasiado lindo, era demasiado inteligente, pensó que realmente quería a alguien así con él, para su vida, para el futuro, pero entonces, cuando estaban en medio de todo, sucedió algo.

Algo llamado, Oh YunSeo.

Baekhyun había llorado un montón cuando se enteró de su bebé y él estaba furioso, claramente era culpa de los dos, no era como si Baekhyun hubiera estado solo en todo eso, así que se estaba culpando igual y su padre, contra cualquier pronóstico, pareció feliz, diciendo que Baekhyun era alguien bonito que seguramente tendría un hijo bonito, pero tenía que ser un niño, para que algún día, heredara la clínica, como Sehun, entonces realmente deseo que tuviera una niño, porque de no ser por así, sería horrible para ambos, quizás su papá no sería tan comprensivo.

Pero no era el único problema en ese entonces, los padres de Baekhyun no creían que eso de tener un bebé sin haberse graduado fuera precisamente el plan de vida que querían para su hijo, no al menos así y menos con alguien como Sehun, a quién siempre llamaron un pretencioso, así que lo habían echado de casa, sin mediar palabras y al mismo tiempo, Baekhyun se volvía alguien que solo se la pasaba llorando y a SeHun, eso lo volvió loco, no en el buen sentido, Baekhyun y él, al tener que vivir bajo el mismo techo, empezaron a pelear por todo, todo era una buena razón para gritarle al otro, decirse cuando rencor se tenían y SeHun pensó que podría terminar con eso.

Pensó que podría funcionar en algún momento, después de que YunSeo naciera, quizás Baekhyun podría regresar a la escuela, podría terminar, graduarse y entonces ellos podrían separarse, cada quién con su empleo, cada quién cuidando del niño cuando pudieran o tuvieran tiempo libre, pero no fue así, apenas nació YunSeo, se casaron por que su padre lo obligo, no quería que su nieto viviera en una relación así y que su nieto hubiera nacido fuera del matrimonio. Había sido complicado, demasiado complicado y SeHun por mucho tiempo quizá convencerse que era lo mejor, en especial por su hijo.

Afortunadamente Baekhyun si había querido hacer bien las cosas, se convirtió en una versión callada de sí mismo, pero al menos estaba realizando lo que le tocaba, lo que podía hacer, aunque había dejado de ser esa persona de la que se había enamorado e incluso dudaba que él siguiera siendo la versión de la que Baekhyun se había enamorado.

Ya no funcionaba así pero al mismo tiempo, lo hacía, era algo un poco complicado de explicar.

-Buenos días, doctor Oh.- le decían todos y solo estaba sonriendo para poder saludarlo en los pasillos, entonces solo asentía sin mucho ánimo, estaba algo agobiado por todo eso, no le importaba en realidad, todos lo trataban mejor porque sabían su influencia, pero odiaba la holgazanería, no había nada que le pareciera más horrible que alguien que quería recibir las cosas en la mano, así que no ascendía a nadie u ofrecía más horas de trabajo, si no veía que las merecieran, así que no estaba interesado en gente que le hiciera caravana, menos cuando lo seguían durante su almuerzo o todo eso.

Fue hasta que llegó a su oficina, que sentado en la silla para los pacientes, estaba LuHan, otro cirujano plástico que trabajaba para él, alguien que podía denominar como alguna vez habría denominado a Baekhyun.