23 Historias de Besos

Beso apasionado.

“Chris...” Las palabras eran ásperas y ardientes. “Chris, eres tan perfecto...”

Le encantaba la dulce entonación de su voz, le encantaba cómo no le ocultaba nada. Así que le dio más, le dio más intenso y profundo, y la observó, perdiéndose en el fuego que estaban generando entre ellos y siendo consumidos por él.

Gruñó su nombre al final y le tiró del pelo. No le dolió, y a ella le gustó. Probarlo la hizo aún más hambrienta de él, pero no necesitaba que él devolviera el favor.

Parecía que él también tenía buenas ideas porque giró y la puso sobre su escritorio.

Entonces la besó, largo y profundo, sus manos en su cuerpo, acariciándola.

— No tienes que hacerlo —Murmuró contra su boca—. No es un favor que debas devolver.

— Sé que no necesito hacerlo —Sus labios rozaron los suyos—. Pero quiero.

Así que ella lo dejó y se deslizó finalmente dentro de ella. Enrolló sus piernas alrededor de su esbelto torso y puso sus brazos alrededor de su cuello, aferrándose a él mientras se movía, un ritmo fuerte y frenético que la hizo jadear contra su boca. Él la tomó con fuerza y ​​ferocidad, y no pasó mucho tiempo antes de que el placer dentro de ella estallara y hubiera estrellas cayendo por todas partes.

Se sintió como si algo hubiera cambiado dentro de ella. Como si todas las barreras hubieran desaparecido y las dos mitades de su alma finalmente se hubieran convertido en una.

Por él.