Capitulo 17: Una mañana diferente.

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Kuea sintió el calor de unos dedos acariciando su espalda. Sonrió inconscientemente, se sentía feliz, descansado y sobre todo tan tranquilo.

Abrió poco a poco los ojos y miro a la persona que se encontraba a su lado, durmiendo plácidamente. Volvió a sonreír y los recuerdos de lo vivido en la noche anterior volvieron,  ruborizando sus mejillas.

Lo había visto todo, él lo había visto todo, había reclamado su corazón en el proceso y con ello todo lo de él.

Se pertenecían.

El calor del cuerpo del príncipe lo abrazaba, Kuea se acercó y le dio un casto beso en los labios. El príncipe sonrió dormido, la mano del ahora prometido paso por la piel del heredero. Lo acarició con ternura hasta llegar a su pecho en donde sintió los latidos del príncipe, esos latidos tan fuertes, tan sonoros, que le transmitieron alegría. Kuea sentía él corazón del príncipe y le gustaba, aquella sensación, el estar ahi, junto con él... Su respiración, ser de él.

Al fin sentía que pertenecía a algo. Al fin sentía que tenía a alguien, ya no estaría solo.

Después de un rato, Kuea se movió un poco y le dio de nuevo un besito tierno y dulce en los labios, sin despertarlo y con cuidado se levantó de la cama, él príncipe seguía durmiendo profundamente. Kuea jamás olvidaría él sonido del corazón del príncipe, un sonido tan dulce y rítmico, era el sonido más bello que ha conocido.

Busco con que cubrir su desnudez, encontró la camisa color que había usado el príncipe la noche anterior y se la puso. Era algo grande para él, pero le gustó la sensación, así que se la dejo.
Busco el baño y entro, después de unos minutos, al salir miro con atención la habitación en la que se encontraba. Era muy acogedora y amplia, lo más llamativo era el gran ventanal que daba paso al jardín del exterior. Unas grandes cortinas lo curbian parcialmente. Dejando que un leve rayo del sol que se asomaba al nuevo día y le diera un poco de luz a la habitación.

Kuea estuvo caminando, merodeando entre las cosas del príncipe; un gran librero, así como las fotografías que mostraban a su familia; ver al príncipe en sus primeros años de vida, siendo abrazado con fuerza por el rey Tommy le derritió el corazón.

En ese momento una pregunta le inundo sin querer el pensamiento...

¿Como podrá tener un hijo?, si él es hombre y sabe que no puede, su anatomía, el venir de otro mundo no le permitirá engendrar, no podrá darle un heredero.

Ese pensamiento le produjo un sentimiento amargo, en lo que miraba fijamente hacia la abertura del ventanal. Sobrepensando la situación... Los pensamientos negativos y algo desoladores le invadieron.

Sin embargo algo empezó a suceder alrededor... Sin que él se diera cuenta.

Un movimiento brusco despertó de inmediato al príncipe, que lo primero que hizo, fue buscar al chico que debía estar a su lado acostado. Pero lo que miraban sus ojos le sorprendió.

Kuea estaba haciendo levitar la cama, así como la mayoría de los objetos a su alrededor.

Estaba tan inmerso en ese pensamiento de que no podía darle hijos a Zee, que generó una gran molestia en él. Por no poder darle un hijo al futuro rey.

"Kuea"

El chico escuchó a la lejanía...

"Cariño"

Lo ignoró.

"¡Kuea!"

Las manos del príncipe llegaron al joven Kuea, eso lo atrajo a la realidad y con ello todo cayó en su lugar, generando un estrepitoso ruido. Kuea miro al príncipe y este seguía asombrado.

Black Mirror (ZeeNuNew)Where stories live. Discover now