12. 💜 Utilizando a Sophie 💜

Start from the beginning
                                        

- Pues sí - la pequeñaja da un sorbo a su botella de agua - Ahí pone que fumar mata - señala la caja de los cigarros - Así que ya lo estáis tirando.

- Intentaré no fumar más - habla Lila o, más bien, miente.

- Vale, vuelvo a jugar.

- Sophie - la llamo e indico que se acerque para hablarle al oído - Nos vamos en 15 minutos, cuando hagamos eso di lo de las pulseras, quiero acompañarla a casa - ella me escucha, asiente entendiendo todo y corre de nuevo hacia el tobogán.

- ¿Qué le has dicho?

- ¿A ti qué te importa? - apago el cigarro en el cenicero que hay en la mesa y esta me lanza una mirada molesta justo cuando suena su móvil.

- ¿Sí? - contesta a la llamada y un grito se escucha al otro lado - Si querías que te escuchasen hasta en China, lo has conseguido - imagino que sea Lara, Emma no es tan gritona - No, no lo he visto. ¿Por? - se queda oyendo a su amiga y ahora es ella la que grita - ¡Ahhh!

- Calla, loca - gruño cubriendo mi pobre oído.

- ¡Qué fuerte! - ella me ignora siguiendo con su tono rompe tímpanos - Qué guay, ojalá saque en papel toda la trilogía - libros, cómo no - Joder, ahora tendré que volverme a leer toda la novela que hace mucho que no lo hago - ríe girando la cabeza para verme - No molestas, mejor que hablar con la persona que tengo a mi lado... - frunzo el ceño cuando deduzco que ahora habla de mí - Con un idiota - ¿encima me insulta? Pues se va a joder - Aguantarle mientras Sophie juega en el parq... - le arrebato el móvil y cuelgo la llamada - ¡Eh! ¿¡Qué haces!?

- Ya hablarás luego con la loca de tu amiga, ahora estás conmigo.

- ¿Para qué? ¿Para que me sigas hablando mal?

- Dice la que me acaba de llamar idiota.

- Yo digo la verdad.

- Y yo, no es mi culpa que yo te ponga más que tu novio - sonrío de forma arrogante - Bueno, puede que sí lo sea.

- Vale, sí, lo que tú digas.

- A mí no me des la razón como a los tontos.

- Eres insoportable cuando te lo propones - lamo mi labio observando su perfil, no puede ser más perfecta - ¿Qué miras? ¿Tengo chocolate? - se toca la cara para comprobarlo.

- No.

- ¿Entonces?

- Cada día estás más guapa.

- Oye, de verdad que me empiezan a dar miedo tus cambios de humor - carcajeo, haciendo que ella también termine haciéndolo - ¿Qué le dijiste a Sophie?

- Que tuviera cuidado.

- Mentira.

- Que jugara un poco más y ya nos íbamos.

- Prueba otra vez.

- No tengo por qué decírtelo, son cosas nuestras.

- Pero la has dicho algo de mí.

- Madre mía con la egocéntrica.

- Muy bien - se encoje de hombros desinteresada, pero por dentro se está muriendo de curiosidad - Ya me enteraré.

- No creo - me levanto dejando dinero en el plato de la cuenta - ¡Sophie, nos vamos!

La pequeñaja hace caso a mi pedido y viene con nosotros para alejarnos del parque e ir hacia nuestras casas. En cuanto le doy disimuladamente en el brazo, sabe que tiene que decir lo que le he comentado antes.

- Ay, tenía que comprar unos abalorios para hacer una pulsera, que no me quedan - pone sus ojitos en nosotros y junta las manos - ¿Me los compráis?

- ¿Ahora? - finjo desinterés y cansancio.

- Sí, porfiiii.

- Está bien - le guiño el ojo - Ve a casa y enseguida voy.

- Gracias, adiós Lila - le da un beso en la mejilla y corre por la calle, sabiendo que al final se encuentra nuestro edificio.

- ¿A dónde vas? - cuestiono viendo que Lila también se pone a caminar lejos de mí.

- A mi casa.

- No, tú vienes conmigo a comprarla eso que yo no tengo ni idea.

- ¿Eres idiota hasta para comprar unos simples abalorios?

- Si me equivoco me lo va a estar recordando toda la vida. Si tú te equivocas, no te dice nada.

- Es que mí me quiere más - me saca la lengua y mueve la mano para que le siga - Venga, que hay una tienda cerca de mi casa donde venden eso.

- Oye, ehh... - comienzo a hablar durante el paseo, pero me arrepiento en el último momento - No, nada.

- ¿Qué? - insiste.

- ¿Cómo va todo con tu hermano?

- Bien.

- ¿No te ha dicho nada de que estés trabajando en mi casa?

- Sí, pero por muy cabezón que se ponga, no pienso dejar de trabajar en esto.

- ¿Por qué? - estrecha sus ojos sin saber a lo que me refiero - ¿Por qué no vas a dejar de trabajar en esto?

- Me gusta hacerlo y estoy a gusto.

- ¿A gusto? - sacudo mi cabeza, sorprendido - Estoy todos los días molestándote, Lila.

- ¿Me molestas para que deje de trabajar en tu casa?

- No.

- ¿Entonces?

- ¿Entonces qué?

- No sé - nos miramos y reímos por esta conversación rara y algo absurda. Por suerte llegamos a la tienda, dejo que ella vaya directamente hacia los abalorios de diferentes colores y formas para elegir los adecuados - Estos servirán, ya se los compro yo.

- Gracias por acompañarme - le agradezco al salir de la tienda con la bolsa.

- No es nada - y ahora sí que llega el momento de despedirse, su casa se ve desde aquí, así que ya me quedo tranquilo de que no le va a pasar nada a la vuelta.

- Hasta mañana.

- Hasta mañana.

Nos quedamos el uno frente al otro, hasta que Lila da el primer paso para girarse y marcharse. Dejaría que eso pasara, pero mi mano tiene otros planes. Agarro su brazo para que se voltee de nuevo y la impulso contra mi cuerpo para darle un fuerte abrazo. Ella rodea mi cintura con sus brazos y suelta aire contra mi pecho.

- No digas nada - susurra con la voz débil, cosa que me hace apretarla más a mí. Sé que necesita este abrazo tanto como yo - Te extraño muchísimo.

- ¿Ves como es mejor discutir? - sujeto su cara entra mis manos y bajo y poco la cabeza para quedar a la altura de sus ojos - Prefiero verte enfadada y no triste, como ahora.

- Ya... - beso su frente, haciendo que cierre sus ojos.

- ¿Me quieres? - pregunto con un hilo de voz. Sin embargo, justo en el momento en que vuelve a abrir sus ojos y me deja contemplar la ofensiva que está siendo esta pregunta para ella, me da a entender que no necesito ninguna respuesta - Déjalo, ya me has contestado.

💜 MI DESTINO 💜 #3Where stories live. Discover now