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La ambulancia en el bosque atendía a los Warren por el casi accidente que ocurrió. Lorraine y sus hijas ya estaban bien, mientras que Ed estaba sentado siendo atendido por una paramédica.
—Tiene la presión un poco alta—dijo la mujer—le daré un vaso dilatador, va a poner esta píldora debajo de su lengua—le dio una—abrirá un poco las arterias.
—Si, tengo de esas, las dejé en casa—tanto Lorraine como sus hijas le lanzaron una mala mirada, por lo que él solo se la tomó—.
—Pues yo no haría eso si fuera usted.
—¿Nos da un minuto?—habló el detective, ella se fue—nuestro equipo encontró un cuerpo.
—¿Si es?—preguntó Scarlett—.
—No es seguro. Oigan, se lo que creen pero no queremos que esto se sepa hasta que el forense identifique el cadaver, buscamos en toda la cuenca dos veces, fue un logro hacerlo una tercera vez, y todo fue gracias a ustedes.
—Al menos ayudamos—sonrió Lorraine—.
—Díganme donde se hospedan y si les enviaré el expediente mañana.
(......)
Los Warren ya habían ido al motel donde se quedarían. Una habitación para los adultos y otra para las gemelas, pero por ahora estaban todos en la primera.
—Que día más cansado—dijo Liliana—.
—Si, me iré a bañar—dijo Lorraine—.
En eso el teléfono sonó llamando su atención.
—Yo contesto—habló Scarlett tomándolo—hola.
—Lett, por fin, les he dejado mensajes todo el día—la rubia frunció el ceño al oír a Debbie nerviosa—.
—¿Qué ocurre, Debbie?
—Es Arne, lo siguió, dijeron que se había acabado pero ahora está atrapado con esa cosa, y está diciéndole que se mate.
