The Warren Twins || The Conjuring Saga

05

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Los Warren estaban junto a un padre y a Arne en una celda de visita. Arne leía la biblia que Ed le había dado. Scarlett estaba sentada a su lado, mientras Liliana y Lorraine estaban detrás de él.

—¿Quién subirá a la montaña del señor? ¿Quién estará de pie en su santo recinto? El de manos limpias y de puro corazón, el que no pone su alma en cosas vanas ni jura con engaño, ese obtendrá la bendición del señor y la aprobación de Dios su Salvador—los esposos Warren se miraron—.

—Bien, con eso basta—dijo Ed—gracias.

—¿Y bien?—preguntó el padre que estaba ahí—.

—Estos objetos religiosos habrían bastado para provocar a un espíritu inhumano, si hubiera uno presente—dijo Lorraine—.

—Eso significa que ¿no está poseído?—volvió a preguntar el padre—.

—El hecho de que pueda leer la Biblia indica eso—dijo Ed—.

—Entonces eso significa que... ¿solo estoy loco?—preguntó Arne—.

—Bueno, no estás poseído... pero es posible de que lo estuvieras.

—Lo estuvo—aseguró Liliana mirando a sus padres—.

—Yo le dije a esa cosa que me tomara, y por esa razón está muerto. Entonces, pase lo que me pase...—habló Arne quién miró a Scarlett, esta negó—yo me lo busqué.

—No—dijo ella tomando su mano—no digas eso, tú no lo hiciste ¿si?

—Mamá, papá—habló Liliana—yo estuve ahí, yo vi todo, lo que haya pasado ese día... no lo hizo Arne.

—Sus ojos cuando lo encontré lo indicaban, no fue él—dijo Scarlett mirando a sus papás—.

Lorraine suspiró.

—Vamos a ayudarte en todo lo que podamos.

—Pero si el demonio se fue ¿qué podemos hacer?—habló Scarlett algo desesperada—.

Ed tomó la mano de su hija para calmarla, y miró a Arne.

—¿Quién es tu abogado?—preguntó Ed hacia el chico—.

(......)

Los cuatro Warren y Drew estaban sentados frente a la abogada que debía defender a Arne, y es debería porque esta estaba convencida de que Arne si era culpable y parecía no querer ayudarlo mucho.

—Lo encontraron bañado en la sangre de la víctima, el arma homicida le pertenece y tiene sus huellas digitales en todas partes.

—Nadie está poniéndolo en duda—dijo Ed—Arne sabe que irá a prisión, solo decimos que hubo circunstancias mitigantes.

—¿Circunstancias mitigantes?—preguntó esta, Liliana tocó el hombro de su hermana la cual estaba ida—miren, tampoco creo que deban darle pena de muerte, pero no me presentaré ante un jurado para decir que estaba poseído por demonios. Jamás se ha hecho.

—Claro que si, dos veces en Inglaterra—habló Scarlett molesta—.

—Y el caso de Michael Taylor fue hace apenas unos años ¿no?—dijo Drew apoyando a su amiga—.

—Esperen, dicho de otra forma, jamás se ha logrado con éxito—dijo la abogada—.

—Entonces déjenos apoyarla—habló Lorraine—Ed, nuestras hijas y yo hemos demostrado la existencia de demonios cientos de veces.

—Se lo han probado a la iglesia, este es un tribunal, las pruebas se presentan de forma muy diferente.

—La corte acepta la existencia de Dios cada vez que un testigo jura decir la verdad, creo que es hora de que acepte la existencia del diablo—dijo Ed—.

La abogada suspiró y se recostó en su silla.

—¿Cómo van a lograr convencer a un jurado si ni siquiera me convencen a mi?

—Tengo una idea—dijo Liliana ya cansada de la actitud de ella—venga a nuestra casa a cenar, le mostraremos las pruebas que hemos reunido a lo largo de los años. Y aún mejor, le mostraremos a Annabelle, con suerte pase lo mismo que vivimos cuando teníamos quince y nos quedamos solas con nuestra niñera.

Drew la abrazó de lado con una sonrisa algo divertida, lo que le habían contado había sido sorprendente.

—Me parece perfecto—dijo Ed—sino se convence con eso, desistiremos ¿acepta?

—Muy bien, enséñame que tienen—sonrió ella—.

Los cuatro Warren y Drew se miraron y salieron de la oficina.

—¿Y si no funciona?—preguntó Scarlett—.

—Claro que funcionará, Annabelle nunca decepciona—dijo su hermana divertida mientras la abrazaba por los hombros—.

(......)

19 de Septiembre de 1981.
La abogada estaba sentada a lado de Arne, mientras en el poco público que había, estaban los Warren y Drew esperando que pasaría.

La abogada del chico tenía la mirada algo pérdida. Scarlett movía la pierna de lo ansiosa, su hermana tomó su mano.

—Todo estará bien, Lett, tranquila.

El juez golpeó su martillo.

—Señor Johnson, en cuanto al cargo número SAJ1216 que lo acusa de homicidio en primer grado, un delito federal ¿cómo se declara?

La abogada se puso de pie.

—Señoría, mi cliente se declara inocente... por motivos de posesión demoníaca.

Eso le daría vuelta a todo y los Warren lo sabían.

(......)

La sesión acabó, así que los Warren ya debían irse. Un guardia ayudó a Ed a bajar las escaleras por su silla de ruedas.

—Esto es ridícula, puedo bajar unos cuantos escalones.

—Calla, deberías estar en la cama—le dijo Lorraine—.

—Scarlett, Liliana—llamó la abogada a las chicas—acabo de hablar con un amigo que trabaja en la fiscalía, quieren darle la pena de muerte—Scarlett apretó el brazo de su hermana—armaré el caso pero ese joven morirá o vivirá dependiendo de lo que ustedes encuentren.

—Pues no le fallaremos—habló Ed tomando la mano de su hija—.

—Espero que no, manténgame al tanto. Lo siento, Scarlett—dijo la abogada y se retiró—.

—¿Y ahora qué?—habló Scarlett con la voz entrecortada—ni ustedes solos ni con nosotras han probado una posesión después del hecho.

—Los demonios no solo desaparecen así—dijo Lorraine—esta pasando algo más, algo que no vimos la primera vez.

—Todo estará bien, Scarlett—dijo Drew abrazándola—.

—¿Y bien, dónde empezamos?—preguntó Liliana—.

—Por el principio—dijo Lorraine—.

Y así en la noche, los cuatro se pusieron a oír las grabaciones de cuando iniciaron con el caso de la posesión del pequeño David.