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—¿Por qué te esfuerzas tanto en llamar la atención de ese estúpido? —mi hermano me miraba con el ceño fruncido, su lengua presionando contra su mejilla, mientras me miraba luciendo irritado.

—Ese estúpido es tu amigo. —le recordé. A él no le importó. Suspiré, antes de decir: —Trato de llamar su atención porque me gusta. Quiero gustarle también, ¿Eso está mal?

—Lo está si significa que estas cambiando tu estilo por él.

Hice una mueca. —No estoy cambiando nada por nadie. —o eso creo. Es difícil saberlo cuando incluso tu propio hermano se encarga de corregir hasta la manera en la que vistes o actúas porque no es algo adecuado o normal.

Por otro lado, a Jungkook le costaba entender que mi corte de cabello y el hecho de que ahora estaba usando un poco de maquillaje se debía a mí. Principalmente al hecho de que me gusta el maquillaje y a que quiero sentirme un poco más madura y no como una niña.

Son diez mil. —dije a uno de los clientes del negocio, mientras tecleaba en la caja registradora. —Gracias por su compra, vuelva pronto, señor Ping. —sonreí. O traté de dibujar lo más parecido a una sonrisa en mi cara, tratando de ser amable.

Él hombre asintió, metiendo el paquete de cigarros en su bolsillo y saliendo del local.

Me giré a mirar a Jungkook, quien parecía haberse comido un limón entero. —No entiendo porque te gusta. —espetó, cruzado de brazos mientras se apoyaba contra la pared junto a un estante.

Me encogí de hombros. —Es atractivo.

—No, no lo es. —él hizo una pequeña pausa, pareciendo pensarlo. —No lo creo. Tú, por el contrario, eres bonita. Demasiado adorable para tu propio bien. Y si él no se da cuenta, entonces simplemente no te merece. De hecho, incluso si se da cuenta, él simplemente no te merece. Eres demasiado para él... o para cualquiera.

Y aquí vamos de nuevo. No soy muy linda que digamos, soy por decirlo así, bastante promedio. Tengo algunos rasgos faciales buenos y una armonía facial adecuada, pero es solo eso: una persona simplemente promedio. Pero según Jungkook, yo podría ser una modelo de belleza famosa si lo quisiera. Pero él también piensa que su perro Thor es guapo y el animal ni siquiera parece un perro, sino que parece más una rata peluda demasiado grande.

—Bueno... —dije, sin creerle ni un poco.

Jungkook bufó, pasando a mirar a otro cliente listo para pagar. Una sonrisa se dibujó de repente en sus labios y supe que él estaba planeando algo.

—Oye, amigo. —lo llamó.

Él chico lo miró, ladeando la cabeza interrogante mientras acomodaba torpemente sus anteojos redondos. Parecía nervioso.

—¿Sí?

—Jungkook... —advertí.

—Cállate, Eleonor. —mi hermano me interrumpió. —Tú, eh, ¿Crees que mi hermana es bonita? Ella luce bien, ¿no?

Él chico me miró, sus mejillas adoptando un ligero rubor rosa mientras me analizaba. Sus ojos negros enfocados principalmente en mi cara, fue un poco intimidante. Su mirada era profunda.

—Bueno... —él chico hizo una pequeña pausa mientras me observaba, pareciendo preocupado por decir algo incorrecto. Se relamió los labios en lo que pareció un gesto nervioso. —Yo no diría que ella es la persona más hermosa del planeta, pero... uhm, ella es...—sus palabras parecían sinceras mientras me miraba, luciendo como un cachorro perdido.

Me sentí mal. Una cosa es que yo supiera que no era muy agraciada y la otra es que un completo desconocido me lo dijera a la cara.

—Es bonita. Quiero decir, tiene estos ojos... y esa sonrisa que... —él carraspeo. —Es linda, uhm, si, eso

Sentí mis mejillas enrojecer. —Oh.

Él me sonrió. Fue una sonrisa, realmente bonita. Era una sonrisa cuadrada que resultaba adorable cuando estaba acompañada de esa mirada brillante en sus ojos. Desvié la mirada, sintiéndome de repente tímida y avergonzada.

—Bonita, adorable, cautivadora, fascinante. —él chico comenzó a enumerar. —Especial como un hada. Esas son las palabras que yo usaría para ella, para describirla.

Trague en seco, sin saber muy bien que decir mientras trataba de enfocarme en cualquier menos en él chico y en sus palabras. Especialmente por el hecho de que él era atractivo. Ahora, por otra parte, él estaba siendo agradable, incluso cuando no me conoce. Es casi como si estuviera coqueteando conmigo, como en los libros. Pero sé muy bien que no es así, por lo que no debo confundir las señales o podría ser incomodo si regresa después a comprar a mi tienda. Probablemente solo esta bromeando, a veces la gente también es así.

—¿Cuánto cuesta esta bolsa de papas? —preguntó, de repente, él chico de la sonrisa bonita.

Abrí la boca para responder, pero Jungkook me lo impidió. —Vale, espera un poco, amigo. —le dijo. —¿Saldrías con ella? Se sincero.

—Jungkook, basta. —gemí, avergonzada.

—Vamos chico, responde. —mi hermano lo miraba con seriedad, pero pude distinguir a diversión en su mirada.

Él chico se sonrojó. —Bueno, sí, saldría con ella. —me dio la impresión de que quería decir algo más, pero se mantuvo callado. —¿Puedo llevar o no las papas fritas?

Asentí, dándole el precio y tecleando rápidamente en la caja registradora. Él chico empezó a revisar los bolsillos de su overol rápidamente, luciendo un poco nervioso.

—¿Ves?, eres bonita, luces bien y este chico saldría contigo. —mire a Jungkook, quien tenía una sonrisa satisfecha en la cara. —Tienes a muchos chicos detrás de ti.

¿Cuales? Que yo no conozco a ninguno.

—¿Por qué solo te interesa él imbécil ese? Es un idiota si me lo preguntas, además, hay chicos mucho más guapos que él.

—No es eso. —resoplé, cansada.

—¿Entonces?

—Aquí están el dinero. —él chico me dio un par de monedas. Asentí echando las papas a una bolsa. Él no dejó de mirarme en ningún momento mientras yo echaba la bolsa de papas en una pequeña bolsa de nylon y esperaba a que saliera el recibo.

—Me... Me llamo Taehyung. —dijo, de pronto.

Asentí, un poco confundida. —Soy Eleonor. —me presenté.

Hubo un silencio.

—Err, bien, bueno. —él dijo, jugando con la bolsa en sus manos.

—¿Por qué no sales con alguien que no sea Namjoon? —Jungkook preguntó.

—No.

—¿Por favor?

Él lo intentó de nuevo.

—No. —repetí.

—¿Por qué no? —insistió.

—No quiero.

Jungkook se quedó en silencio. Abrió su boca para hablar y luego la cerró.

—Vaya. —murmuró él chico de la sonrisa bonita y entonces recordé que todavía no le entregaba el vuelto.

—Oh, eh, ¡lo siento! —me disculpe, entregándole el dinero de su vuelto y el recibo de la compra. Taehyung tenía una mueca en la cara, pero asintió con una especie de sonrisa incomoda. —Uhm, gracias. ¿Ten un buen día?

—Sí, nos vemos, chica bonita. —se despidió, saliendo rápidamente de la tienda.

Parecía un poco decaído, ahora que lo pienso. Casi triste.

Esa fue la primera vez que Taehyung y yo hablamos. También fue la primera vez que no lo vi sonreír tan brillantemente como siempre. Creo que esa fue la primera vez que lo lastime sin realmente quererlo. A veces me siento tonta cuando lo recuerdo.  

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⏰ Última actualización: Dec 04, 2023 ⏰

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Amor se escribe con T de Taehyung |kth| EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora