Un proyecto especial.

Capítulo 1. Comienza un nuevo día.

(Punto de vista de Marinette)

Esta mañana el sonido de mi móvil me ha despertado de mi sueño. He empezado a palpar debajo de la almohada hasta que lo he encontrado y he visto de quién se trataba, aunque ya me lo imaginaba, Adrien. He sonreído y he descolgado al instante, a la vez que cogía el magical charm que me regaló en mi pasado cumpleaños y con el que duermo siempre desde que salimos juntos.

-¡Buenos días, Marinette!- me ha dicho mientras se levantaba de la cama.

-¡Buenos días, Adrien!- le he respondido mientras hacía lo mismo.

Se ha convertido en un acto rutinario el llamarnos por la mañana nada más despertarnos desde que estamos juntos. Estamos charlando un poco hasta que bajamos a desayunar y luego nos vemos en clase. Hoy no ha sido la excepción, tras hablar un rato sobre lo que pensábamos que nos depararía el día, hemos colgado la llamada, y tras prepararme, he bajado al piso inferior.

- Hola mamá. Buenos días.- la he saludado mientras le daba un beso en la mejilla y me sentaba a desayunar.

- Buenos días, cariño ¿Has dormido bien?- me ha preguntado mientras ponía algo de bollería recién hecha de la panadería en un plato.

Yo he asentido con la cabeza y he cogido un cruasán del plato.

- Me alegra oír eso. Bueno, disfruta del desayuno mi amor, pero no te retrases ¿vale? Yo me voy a ayudar a tu padre en la panadería .Recuerda pasar a despedirte antes de irte a clase.- me ha dicho mientras me daba un beso en la cabeza y se dirigía hacia la puerta.

- Tranquila mamá.- le he dicho para que no se preocupara.- Iré bien de tiempo, últimamente voy siempre bien de tiempo.

- Lo sé. Hay que darle gracias a Adrien en ese sentido.- ha soltado una risita y ha salido por la puerta.

- Sí, supongo que sí....- he murmurado con una sonrisa en los labios. Después me he encogido de hombros y he seguido desayunando.
En cuanto se ha asegurado de que estaba sola, Tikki, mi kwami, ha venido volando hasta mi, ha cogido con sus patitas un macaron del plato y ha empezado a comérselo.
- Mmmm. Por cierto Marinette,¿has preparado ya la mochila? Porque con la cabeza que tienes a veces ...
Nos hemos empezado a reír. Es verdad que suelo ser bastante despistada, pero últimamente estoy mejorando mucho.
-Pues sí. Tengo todo listo, Tikki.- le he respondido mientras me terminaba la leche.
Después, he recogido todos los cacharros y he subido arriba a por mi mochila para irme al instituto. Tal y como le he prometido a mi madre, he bajado a la pastelería para despedirme.
- Me voy ya a clase.- les he dicho mientras les daba a cada uno un beso en la mejilla.
- Pásatelo bien, cariño. - ha respondido mamá dándome un abrazo de despedida.

Papá me ha apoyado una mano en el hombro y me ha pasado una bolsa con algunos chouquettes dentro.

-Toma. Para tu Adrien y también para ti, si te apetecen claro.- me ha guiñado un ojo.

- ¡Pues claro! Muchas gracias, super-papá.- le he respondido y tras darle un rápido abrazo me he dirigido hacia la puerta. - Adiós, os quiero.

- Y nosotros a ti.- ha respondido papá.

- Ten un buen día, cielo.- me ha dicho mamá.

He sonreído y he salido de la pastelería. Después me he dirigido hacia el instituto y tras cruzar el paso de cebra me he parado a esperar a Adrien, quién acababa de cruzar la esquina. Se ha acercado a mi con una sonrisa.

- Hola Marinette.

- Hola Adrien.- le he respondido.- Toma, tu almuerzo.

- Gracias. La verdad es que hoy no he tenido tiempo para desayunar...- ha mirado un momento al suelo con una mirada triste, pero enseguida se ha recompuesto.