DIECINUEVE

2 1 0
                                    


— Hola, Archie. Veo que estás bastante frustrado y atrapado en el cielo. ¿Te gustaría volver a la tierra?

— Sí, daría lo que fuera para estar con Aba y Nathaniel de nuevo.

— Puedo ayudarte con eso. Pero, como comprenderás, esto no es algo que pueda hacer gratis.

— ¿Qué quieres decir?

—Puedo hacerte bajar a la tierra, pero tendrás que darme algo a cambio. Algo valioso.

—¿Qué es lo que quieres?

—Tus alas.

—¿Mis alas? ¿Por qué mis alas?

—Porque son una parte importante de ti y de tu esencia celestial. Y son muy valiosas en el mercado infernal. Con ellas, puedo hacer grandes negocios.

—No sé si puedo hacer eso. Mis alas son una parte de mí. ¿Cómo podré vivir sin ellas?

— Eso es algo que tendrás que decidir por ti mismo, pero piénsalo bien. Si decides darlas, podrás volver a la tierra y estar con tu familia. Si no, tendrás que seguir en el cielo, lejos de ellos.

—Necesito volver a la tierra, pero no sé si puedo hacer esto. Mis alas son muy importantes para mí.

— Piénsalo bien, Archie. Tómate tu tiempo. Estaré aquí cuando tomes tu decisión.

Archie se queda pensando, mientras el demonio se aleja en la distancia.

Finalmente asiente poco después.

El demonio se acercó a la celda de Archie con una sonrisa malvada en el rostro.

—Así que, ¿quieres entregarme tus alas?—, preguntó burlonamente.

Archie, sin decir una palabra, comenzó a golpear al demonio con todas sus fuerzas, sorprendiéndolo por completo. Después de varios minutos de una brutal paliza, el demonio cayó al suelo, sin poder moverse.

—¿Cómo te atreves a ofrecerme ese trato?—, dijo Archie con voz fría y dura—No puedo confiar en los demonios, especialmente en los amigos de Amodeo—.

El demonio trató de levantarse, pero no pudo moverse. —¿Qué has hecho?—, preguntó con voz débil.

—Te he usado como portal—, respondió Archie, mientras se acercaba al demonio. —Es hora de que regrese a la Tierra y haga lo que tengo que hacer.

Con un gesto rápido, Archie abrió el portal y se adentró en él, dejando al demonio en el suelo, sin poder moverse y preguntándose qué había pasado.

Archie llega justo a tiempo para ver a su padre y a sus hermanos luchando junto a otros ángeles contra los demonios y seres sobrenaturales que invaden la Tierra. A pesar de sus heridas y del cansancio, todos parecen decididos a defender a la humanidad y a expulsar a los invasores.

Archie se une a la lucha y junto a su padre y hermanos logran derrotar a algunos demonios y avanzar en la batalla. Sin embargo, la situación es desesperada, ya que los demonios siguen llegando en gran número y los humanos no parecen ser capaces de hacerles frente.

Archie se dirige a su padre con preocupación y determinación.

—Padre, no podemos seguir así. Los demonios son demasiados, necesitamos un plan— Gabriel lo mira con seriedad.

—Tienes razón, hijo. Necesitamos encontrar una manera de detenerlos. ¿Tienes alguna idea?

Archie asiente.

—Sí, tengo una idea. Podemos usar mi conexión con el infierno para crear un portal y enviar a los demonios de vuelta a su mundo.

Gabriel lo mira con sorpresa.

Hechos de fuego y luzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora