DIEZ - PRESENTE (IV)

2 1 0
                                    

—¡Escuché que hay un nephilim por aquí! Esto podría ser interesante...—susurró Steven con alegría.

— ¿Un nephilim? ¿Qué estás diciendo, Steven?—la mujer lo miró con diversión dejando la tarea que tenía entre manos.

—Sí, es el hijo de Aba y Archie, la pareja que se enamoró a pesar de ser un ángel y una humana. ¡Y es nuestro boleto a la victoria!

—¿Cómo puede ser un nephilim importante para nosotros? No creo que sea algo especial...—blanqueó los ojos cansada.

—¡Por supuesto que es especial! Los nephilim son seres poderosos con habilidades sobrenaturales. Podría ser nuestro aliado para sembrar el caos en el mundo.

— ¿Pero cómo podríamos convencer a un nephilim de unirse a nosotros? Él es mitad ángel, después de todo...—aclaró ella.

— Tenemos que ofrecerle algo que no puede resistir, algo que le hará abandonar su moralidad. Y por eso necesitamos encontrar su debilidad...

—¿Y si no podemos encontrar su debilidad? ¿Qué haremos entonces?—inquirió.

—Entonces...tendremos que encontrar la forma de usarlo a nuestro favor, incluso si eso significa ponerlo en contra de sus propios padres. Un nephilim poderoso podría ser nuestro mejor aliado para derrotar a los ángeles y sus seguidores.

—Suena arriesgado, pero también emocionante. ¿Cómo encontraremos al nephilim?

—Tenemos que buscar por todas partes, preguntar a los humanos y sus aliados, hasta que lo encontremos. Cuando lo hagamos, asegurémonos de no dejarlo escapar. ¡Es nuestro boleto a la victoria!

—Además, hay algo más que debes saber, Giorgia. Tenemos una aliada que ha estado vigilando a Aba desde el principio.

— ¿Una aliada? ¿Quién es ella?

—Se llama Agnes. Es un demonio leal a nuestro señor oscuro y ha estado observando a Aba durante mucho tiempo. Incluso puede que nos haya proporcionado información valiosa sobre la existencia del nephilim.

—Interesante. ¿Cómo podemos contactar a Agnes?

—Ya he enviado una señal de humo para que sepa que necesitamos su ayuda. Debería llegar aquí en cualquier momento. Con su ayuda, podremos encontrar al nephilim y convencerlo de que se una a nosotros...

—Perfecto. Con Agnes de nuestro lado, no hay nada que no podamos hacer. Vamos a encontrar al nephilim y hacer que se una a nuestra causa. ¡El caos reinará!

(***)

— Agnes, ¿por qué sigues aquí? Tanto tiempo...¿No te rindes?

—Hola Ilay, estoy buscando al hijo de Aba y Archie, el nephilim. Quiero convencerlo de unirse a nuestro bando y sembrar el caos.

—Tendrás que pasar por encima de mi antes...—soltó con severidad.

Ella soltó una carcajada seductora.

—Interesante reacción. Pero te advierto que Aba y su hijo están bajo mi protección. No permitiré que nadie los lastime...

—No tienes que preocuparte, Ilay. No tengo intenciones de lastimar a Aba o al bebé. Solo quiero convencer al nephilim de unirse a nuestro bando.

—Lo siento, pero no puedo permitir que eso suceda. Aba y su hijo son inocentes y no merecen ser arrastrados a esta guerra. Mi trabajo es protegerlos.

—¿Y si te dijera que puedo ofrecerle algo que Aba y su hijo no podrán resistir? Algo que les dará todo lo que siempre han querido.

Hechos de fuego y luzWo Geschichten leben. Entdecke jetzt