⠀⠀⠀⠀ 01.⠀ ⚠︎ ⠀ Grandpa Frank, again?

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Sonaría raro, pero podría reconocer ese par de piernas regordetas y esa espalda donde fuese.

La vió correr mostrándole su dedo de en medio al hombre versión carne humana del jefe Gorgory de "Los Simpson", se paró unos segundos, a unos metros de él y Tammy. Sin mirarlo, sonriendo orgullosa, con su otra mano libre mostrando con orgullo su robo. Después, volvió a correr, tan rápido que desapareció de la vista de todos en segundos, sobre todo de los policías que la perseguían.

— Tengo qué irme... —fue lo último que dijo, dejando a Tammy con las palabras en la boca y con un rostro confundido que se propagó a todos los presentes.

Corrió tan rápido para intentar alcanzarla que sintió que sus pulmones saldrían expulsados de su boca. Oh, sí, Satine Moore, la única mujer que podría arruinarle el día con su presencia.

«La perra del South Side», solían llamarla las chicas de su cuadra, a excepción de Fiona y Debbie, sus hermanas. Incluso Vee solía llamarla así a veces, ella decía que no era un insulto, sino un halago por todas las cosas que había sufrido la rubia que aún perseguía, una perra con suerte y tan fuerte como el acero.

En algo tenía razón, Vee. Satine era una perra fuerte. Una con pulmones de acero.

A las siete cuadras le perdió el rastro y casi vomita por el mareo que golpeó su cuerpo. Seguro la había perdido y se cuestionó porque seguía intentando salvarle la vida a cualquier persona que se le pusiera enfrente, en especial cuando ni siquiera le agradaba Satine y toda su familia.

La conocía desde que tenía memoria. Habían crecido en la misma calle, en casas distintas y con una vida normal y aburrida.

El padre de Satine era un hombre relativamente aterrador, o por lo menos así lo recordaba su mente de alcohólico retirado. Wes Moore, un hombre alto, rubio y fornido sin mucho más que poca piel libre aparte de sus tatuajes repartidos por toda sus brazos y espalda podía hacer que la sola visión de él provocará en Lip un deseo repentino de orinarse encima.

El hombre, con sus ojos que parecían haber visto demasiadas mierdas que sólo se podían ver en el lado más sucio de Chicago y su eterno cigarrillo encendido entre los labios, se deleitaba en hacer sentir pequeño a Lip, exhalando el humo en su dirección mientras se burlaba y jugaba con la inseguridad de un pequeño que solía jugar siempre en el patio de su casa. Pero, su presencia rara e intimidante no se limitaba a Lip; recordaba a las mujeres del vecindario derretirse por el hombre, en cómo era relativamente joven para ser padre de una niña tan hermosa como él y cómo podía estar casado con la madre de Satine quién Lip apenas vio algunas veces en su vida. A Wes no le importaba mucho lo que solían decir de él, ni de su esposa, porque solía coquetearle a cada mujer que se le acercaba y a su esposa tampoco solía molestarle.

No entendió el poliamor de los padres de Satine hasta que cumplió los quince y lo aprendió a forma de su primera ex-novia.

Satine se parecía más a su padre ahora que estaba en la mitad de sus veintes. Con el cabello rubio del mismo color que el de su padre, y él mismo color de ojos, pero lo que más resultaba en sus similitudes era verla robar al igual que su progenitor y lograr escabullirse de la policía. Aún que eso no siempre había funcionado, padre e hija habían estado en la cárcel varias veces y hasta ese momento, Lip sabía que el padre de Satine seguía detrás de las rejas después de tráfico de drogas y un homicidio culposo.

Por eso ella estaba en Chicago, según Fiona, el pobre Wes Moore había cumplido su sentencia y estaría libre en cualquier día de la semana.

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⏰ Last updated: May 20 ⏰

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Nicotine,      🚬     Lip Gallagher.Where stories live. Discover now