89 - Ella

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Cincuenta años después Waldo tocó a la puerta de mi casa.

Cincuenta años después, nos volvimos a mirar a los ojos.

Y el sentimiento pareció renacer desde lo más hondo de mi cuerpo. Allí, como agradeciendo que al fin le dieran lugar para poder ser sin límites, ni tiempo, ni espacio.

Cincuenta años después, me puse un vestido muy parecido al que me había puesto en aquel primer café Y si bien, había pasado la vida, se sintió como si volviéramos a ser esos dos jóvenes con la vida por delante y los sueños a flor de piel.

Tal vez ya no éramos jóvenes.

Tal vez dejamos pasar mucho tiempo.

Tal vez fuimos dos cobardes que no se animaron a sentir, a dejarse llevar, a latir a pesar de los obstáculos.

O tal vez fuimos dos valientes que se animaron a amarse en ese corto tiempo que la vida nos había regalado Y a pesar de todo, pudimos seguir, con el corazón reconstruido, volviendo a latir, volviendo a apostar a la vida.

Y el premio era ese, reencontrarnos años después, con la vida un poco más madura, con los años a cuestas, pero las esperanzas aun a flor de piel. Al igual que el sentir.

Corazón de hojas (Amor de estaciones #2)Where stories live. Discover now