Corazón de hojas (Amor de estaciones #2)

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Querida Griselda:

Me encuentro aquí, en la estación, escribiendo esta carta que no sé si algún día leerás. Pero me reconforta la idea de que así será.

Te esperé. Te esperé hasta el último momento y no has llegado. Me bastó para entender que tu respuesta es un no. Y lo acepto, pero no puedo negar que me duele.

Los momentos que hemos vivido juntos han sido tan fugaces para mi, en todo sentido. Lo que he sentido contigo, no lo he sentido con nadie más. Y ha pasado tan rápido que siento que no he alcanzado a sentirme presente mientras lo nuestro ocurría. Pero hoy, aquí, a punto de partir, no dejan de repetirse cada uno de los instantes que hemos vivido. Sé que es muy pronto para decirlo, pero te amo.

El tren está a punto de llegar y yo debo tomarlo para continuar mi camino. Me hubiera gustado que aceptaras mi invitación y me acompañaras a nuevos destinos. Pero me toca seguir el viaje solo, tal y como lo he empezado.

Lo único que deseo en este momento es que tu camino y mi camino vuelvan a encontrarse en una nueva esquina de la vida. Y si eso no ocurre, ten por seguro que los momentos compartidos latirán en mi memoria por siempre; en cada noche del resto de mi existencia.