Capitulo 34

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Narra Agus.

Al escuchar esas palabras sentía como mi corazón se rompía en mil pedazos, no lo podía creer; la chica a la que más amaba solo me había usado como un juego para darle celos a su supuesta mejor amiga y yo había caído como el propio idiota.

Y estaba total y completamente seguro de que maxi pensaba lo mismo que yo, porque nuestras caras en ese momento decían más que mil palabras.

Suponía que mi amigo estaba sintiendo lo mismo que yo, ya que al verlo, me di cuenta de que no tenía expresión alguna, como si todos sus sueños y planes que tenía con esa chica, se derrumbaran en ese mismo instante y no lo culpaba, porque me sentía exactamente igual.

Era como una mezcla de emociones, pero no de la buena; me sentía enojado, dolido, pero por sobre todo, decepcionado.

Fui un iluso al creer que ella podría amarme de la misma forma en la que yo la amaba a ella, pero por lo visto, me había equivocado completamente.

Después de esa pregunta por parte de los dos todo quedó en un completo silencio, las chicas no articulaban ni una frase y ni siquiera se movían, era como si estuvieran congeladas gracias a la sorpresa que les causó vernos ahí parados escuchando su conversación.

Alguna de las dos podría responder la pregunta!. Espete furioso.

Déjalas Agus, creo que todo ya está más que claro. Respondió mi amigo en un tono triste, para después retirarse de la habitación.

Maxi espera!. Gritó la peli negra quien acababa de salir de su trance para luego perseguir a el tucumano.

Y?. Dije mirando a la ojos verdes.

Creo que yo mejor los dejo, tienen mucho de qué hablar. Comentó Nicole para alejarse de nosotros y cerrar la puerta tras ella.

Te juro Agus que no es lo que tú piensas. Contestó la chica con lágrimas en los ojos mientras que intentaba acercarse a mí, solo que me alejé con sutileza.

Ah, entonces ahora estoy loco. Respondí sin mirarla.

No, es solo que yo...

Sabes que Sara? Ya ni siquiera me importa lo que me digas, porque estoy seguro de que sea lo que sea, todo es una mentira. Respondí con un nudo en la garganta sintiéndome destrozado por dentro.

Es que no me entiendes!, yo sí te amo. Respondió casi en un susurro mientras que sus ojos se volvían a cristalizar.

Claro que no me amas, porque si realmente me amaras, nunca hubieras jugado conmigo de esa manera. Comenté sintiendo como mis palabras quemaban y en cuanto a Sara, ni siquiera era capaz de mirarme a los ojos; creo que realmente mis palabras sí le habían afectado.

Es que tú no me entiendes!, Yo traté de decírtelo un millón de veces, pero tú nunca me escuchabas y cada vez que estaba a punto de decírtelo, algo o alguien siempre nos interrumpía. Dijo con la voz entrecortada. Y si!, puede ser que al principio sí estaba enamorada de maxi, pero mientras más tiempo pasaba contigo, más me daba cuenta de que a quién realmente quería era a ti; de verdad lo siento Agus mi intención nunca fue lastimarte.

Pero lo hiciste y dudo que pueda perdonarte tan fácilmente; espero que seas feliz, vos sos una chica increíble que no merece que jueguen con su corazón de la misma forma que jugaron con el mío; espero que algún día encuentres a ese chico ideal. Replique apartándome de ella y cerrando la puerta tras de mí.

En cuanto lo hice, notaba como la vista se me empezaba a nublar y las lágrimas no tardaron mucho en salir mientras que me dirigía a mi cuarto con el corazón roto y todos los sueños que tenía junto a ella, aplastados.

Un Amor ProhibidoWhere stories live. Discover now