Narra Demián
— No estuvo tan mal — dice Grecia mientras camina frente a nosotros.
La película había terminado por lo cual ahora nos dirigíamos a comer algo.
— Sí, pensé que me iba a aburrir — dice Atena mientras camina junto a Deniel.
— Mi parte favorita es cuando encuentran al Scarbatos — agrega Italia.
— Cierto, es muy adorable — comenta Roma con una sonrisa.
— A mí me gustó más el perezoso que se vuelve invisible — dice Zach.
— A mi me gusto Newt — dice Deniel y todos lo miramos raro. — ¿Que? Me parece genial — espeta y nosotros reímos.
Al llegar a uno de los puestos de comida, un puesto de Subway para ser exactos, todos pedimos el mismo tipo de Sándwich, un extra grande de jamón, carne, lechuga y tocino con un refresco Coca-Cola y papás aparte, porqué sí, somos un grupo de hambrientos que no se llenan con cualquier cosa.
— Rayos — dice Roma de repente mientras ve su teléfono y se levanta de golpe. — Lo siento chicos, me tengo que ir — dice mientras toma sus cosas.
— ¿A donde? ¿Que pasa? — cuestiona Atena.
— Luego les explico — espeta.
— ¿Te llevo? — pregunta Grecia.
— No, de hecho ya están aquí por mí. Adiós, gracias por invitarme — dice para luego caminar con rapidez hacia la salida.
— Oye — susurra Zach y me pega un codazo para llamar mi atención. — Hazlo ahora o perderás tu oportunidad — musita.
— Mierda — digo mientras me levanto de golpe y corro tras de la rubia. — Roma, espera — digo cuando logro alcanzarla, justo antes de que salga del gran edificio.
— ¿Que pasa? — cuestiona confundida.
— ¿Quieres salir conmigo? — cuestiono rápidamente antes de que me acobarde.
Narra Zach
Estoy escondido detrás de una pared con vista a la salida mientras veo al tonto de mi hermano hablar con Roma, trato de escuchar lo más que puedo pero desde mi distancia me es imposible.
— ¿Crees que le haya dicho que si? — cuestiona Grecia tras de mí.
— No lo sé, no logro escu... — me callo de golpe al procesar lo que acaba de suceder. — ¿Y tú que haces aquí? — cuestiono confundido.
— Ah, solo quería saber si Demián tendría el valor de invitar a Roma a salir — dice inocente.
Yo la miro estupefacto y esta solo me sonríe inocente como si fuera un ángel de Dios.
Y es peor que el mismo infierno...
Un infierno en el que con gusto aceptaría quemarme...— ¿Fue muy obvio? — cuestiono luego de unos minutos observándola.