Crown, Thorns & Bonds

PRÓLOGO

Hace un tiempo atrás la paz entre los clanes principales y más poderosos se llevó a cabo gracias a un pacto de honor con base a acuerdos y favores, los líderes estuvieron dispuestos a unir fuerzas para hacer crecer el poderío de cada uno, beneficiándose del contrario como parásitos alimentándose los unos de los otros. Sin embargo, todos tienen sus secretos, nadie actúa sin un trasfondo que lo beneficie y justo eso fue lo que trajo la guerra. Muchas muertes se dieron a cambio de libertad, demasiadas injusticias cobrando favor tras favor.

Se abrió fuego contra quienes no se debía, derramando sangre inocente, un clan masacrado, la familia principal destruida, el único sobreviviente, el Líder y Rey de este, quien durante dos años tuvo el mandato bajo su poder, llevando el luto de lo que había perdido. Hasta que fue acorralado por altos mandos para casarse con la prima de su antigua Luna, la primera en la línea de sucesión.

El clan nunca volvió a ser el mismo y las nuevas leyes se impusieron para que nadie incurriera en los errores del pasado, los matrimonios entre clanes estaban prohibidos porque afectaban las líneas de pureza que con tanto esfuerzo los viejos líderes se preocuparon por recuperar.

Todos esos esfuerzos dieron como fruto los mejores resultados, en especial para aquel clan masacrado que renació de las cenizas, trayendo la paz con sus innovadoras ideas, tomando fuerza con los mejores científicos de su lado. Y sobre todo, colocándose a la cabeza de los cinco clanes.

Los clanes se separaron, los reyes rompieron acuerdos con los otros y así inició un nuevo ciclo de supervivencia donde ningún reinado dependía del otro. Cada uno destacando en algo diferente, ninguno más poderoso que el otro, mas eso nunca evitó las disputas por obtener más.

La unión crea fuerza. La desintegración trae muerte.

La historia se repetía en su mente con cada disparo que hacía, cada uno de ellos acertando en la silueta de prueba, su mirada estaba fija en aquellos blancos. Desde que era muy pequeño se entrenó día y noche para ser el nuevo líder, pero el conocer la historia de lo que ahora llamaban paz era la más repugnante, en especial porque aquello simbolizaba el control de la población.

Era por el bien y supervivencia de las altas jerarquías.

Esas palabras repulsivas se repetían en su mente, no era justo, aquello no debía ser bien visto, pero todos lo alababan ¿cómo alguien siquiera se atrevió a dar la idea de aquel genocidio? Y para empeorar las cosas se jactaban de tener controlado el problema.

Algo sencillo como hacer que los betas no puedan reproducirse gracias a una inyección que recibían desde bebés para hacerlos estériles, distribuidos en varias dosis, causando el peor error de la historia, no solo limitando el número de betas también poniendo en riesgo el resto de jerarquías; que tanto alfas como omegas se vieron limitados en la población porque no tomaron en cuenta que de aquellas uniones entre betas podían surgir más de sus mismas jerarquías.

Los betas también podían dar vida a omegas, alfas, deltas, gamma y los tan poco conocidos kappa, todos casi extintos.

Por eso los Jeon eran tan respetados, a pesar de ser el clan más pequeño, el inferior de todos, supo salir a flote con sus tratamientos de fertilidad. Cada líder tuvo que perder su orgullo aliándose con el clan menor para lograr subsistir y que su propia población dejara de disminuir. Su padre se había unido al líder de los Jeon para crear la mejor alianza, aún no comprendía de lo que se trataba, pero la última vez que hablaron fue para decirle que pronto lo llevaría a conocer lo que heredaría.

Está de más decir que no le agradó el tono de voz que utilizó o la manera en la cual mencionó que nadie más debía conocer el secreto del Rey.

— Majestad – el último tiro fue dado, pudo percibir el olor de alguien más detrás de él, regresando por fin la mirada, encontrando la figura molesta de aquel alfa, quien reverenció rápidamente, consciente de su malhumor al ser distraído —. Lamento interrumpir su práctica de tiro, pero es de suma importancia hacer de su conocimiento este mensaje – el alfa gruñó fastidiado ante el acto y seguido odió ver aquel rollo en las manos del mensajero.

Una reverencia le fue dada, extendiendo aquel mensaje que esperaba jamás leer. Tomó el rollo, el cual solamente era una funda de oro puro, con incrustaciones de diamante rojo representando su linaje, una caja de Pandora que solo traía en su interior las peores noticias. Ese tipo de mensajes solo se utilizaban para dos momentos, para anunciar la muerte de un líder o bien como el inicio de una nueva guerra, si le hubiesen dado a elegir lo que prefería leer en aquel pedazo de papel con detalles de oro, habría dicho que deseaba la guerra.

Su mirada viajó por aquellos párrafos tan rápido que se le hizo demasiado fácil el leerlo tres veces sin obtener cambiar el contenido. Cayendo en cuenta que todo el peso del poder comenzaba a caer sobre sus hombros como si de una montaña gigantesca se tratase.

El sonido de una campana lo estremeció, las armas fueron cargadas para hacer el saludo al cielo, mientras que el resto de guardias presentaban sus respetos entre cada tiro dado con bengalas de color rojo.

Taehyung observó el espectáculo que todos estaban armando en torno a la muerte de un líder, sintiendo que su garganta se cerraba, impidiéndole respirar correctamente, ¿acaso el cielo estaba así de gris antes de esta noticia? Buscó con desesperación a quien por mucho tiempo había sido su compañero de aventuras, encontrándolo en una reverencia de noventa grados junto al resto de personas.

— Lamentamos la partida del Rey Kim Seojoon, quien fuera líder del proclamado linaje del Diamante Rojo – habló el mensajero real, quien luego de decir aquellas palabras se inclinó de igual manera ante él, presentando su respeto —. Honramos a su majestad el príncipe Kim Taehyung, primero en la línea de sucesión, nuevo líder y Rey del linaje del Diamante Rojo.

"Honor y respeto a la pureza de la sangre del Rey Diamante Rojo"

Aquel retumbar de voces se hizo escuchar en el campo de entrenamiento donde se encontraba, sacándole un estremecimiento. Todo eso significaba que su madre también había fallecido, la mujer que le dio la vida y única que lo veía como persona y no como un simple heredero.

Mierda...