|"nuevas etapas"

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Amelia seguida con su mirada a su padre, la niña de casi ocho meses estaba sentada en el sofá junto a Matthew que se encontraba demasiado entretenido con sus pies para prestarle atención a Louis.

—¿Donde esta mi celular? —preguntó a la nada el ojiazul, levantando cojín por cojín, moviendo cada cosa de la sala.

Se frotó el pelo con cansancio, llevaba alrededor de veinte minutos buscando su celular y hace diez él tendría que estar reunido con Harry en la puerta de entrada del consultorio del pediatra de los niños. Harry lo matará.

—¡Mira quien ya esta listo! —Niall demasiado alegre bajó las escaleras con Nicholas en brazos.

Él bebé había tenido un accidente durante la búsqueda de Louis y por suerte Niall estaba allí para salvarlo.

—¿No lo has encontrado aún? —preguntó Niall dejando a Nicholas junto a sus hermanos, este de inmediato empezó aplaudir.

—No —bufó—, Harry me matará. Hoy les toca algunas vacunas. Mierda.

—Oh —Niall asiente—, ahora entiendo.

—¿Que? —Louis gira dejando su búsqueda de lado para prestarle atención a Niall.

—Estas totalmente estresado.

—Creí que era evidente —rió con amargura antes de rodar los ojos—, no encuentro mi celular.

—Nah, no es por eso —negó—. Lo estas porque odias cuando tocan las vacunas, te pone los nervios de punta cuando le causan algun dolor a tus hijos, y mucho más cuando estás allí y no puedes hacer nada.

Louis suspiró—: Dios, si —frotó su cara—. Realmente odio cuando le ponen las vacunas, si pudiera le rompería la cara al doctor Irwin.

—Pero es un buen doctor —afirmó.

—Pero es un buen doctor —coincidió—. Desde que me levante en la mañana pienso en eso y te juro que es el momento que más odio porque Harry insiste en que sea yo quien los sostenga.

—Sabes que si él lo hace no aguantará ni un segundo y llorará junto a los niños.

—Lo sé —bufó—. Ni te imaginas como estaba el día que perforaron las orejitas de Amelia —llevó su mirada a la niña que se había inclinado hacia Nicholas—, me tuve que encerrar en el cuarto y calmarme, llore demasiado.

—Oh, Lou —hizó un puchero.

—Tengo que superarlo, sé que las vacunas son por su bien —reincorporó la postura—. No importa mi celular, llevaré a los niños.

Louis se acercó hacia Nicholas, lo levantó ajustandolo a su cadera y luego a Matthew, los hermanos chillaron al encontrarse enfrentados sobre el pecho de su padre.

—Niall, ¿podrías?

Niall asintió y tomó a Amelia en sus brazos, en su camino agarró el bolso que llevaba las pertenencias de los niños.

Al salir de la casa, Louis se encargó de colocar a los chicos en los asientos para bebé en la parte trasera, Niall primero guardó el bolso en el asiento copiloto y luego copió la acción de Louis llevando a Amelia.

Niall se despidió de todos y Louis comenzó su viaje hacia la clínica. De vez en cuando miraba por el espejo retrovisor para confirmar si los niños estaban teniendo un viaje cómodo. Amelia tenía el dedo pulgar en su boca, Matthew entretenido con el cinturón de seguridad y Nicholas levantando las cejas cada vez que Matthew chillaba por el descubrimiento. Louis aprendía cada día más de sus hijos, incluyendo a Noah y Axel.

Louis no sabía que a la edad que tenía podía aprender sobre diferentes movimientos sociales solo porque tenía a un hijo demasiado involucrado, Louis llegó a pensar de que es un adulto ignorante pero Noah siempre le recalcó que nunca es tarde para aprender. Axel le hacia entender porque estaba mal prejuzgar, el muchacho lo incentivaba a adentrarse y conocer sobre cualquier situación, luego sacar sus propias conclusiones. Louis sabía que sus hijos estaban marcando sus propios caminos y tanto él como Harry ya habían terminado su trabajo.

If one day you come back-ls mpregWhere stories live. Discover now