Desire of love ❁ HyunIn

♡ : CAPÍTULO XXXV

No podía dormir. Las lágrimas ya se habían secado en sus mejillas pero era el dolor en su corazón y cabeza lo que no le dejaba dormir.Era una madrugada solitaria para Hyunjin.La sala era más fría de lo que creyó. No había sido buena idea salir de la habitación para dormir ahí. Realmente no lo fue.Se sentía acabado y las palabras de su pareja aún rondaban en su cabeza.Desearía no haberte conocido le dijo él.Jeongin estaba mal, pero él también sentía que era su culpa. Se dio la vuelta en el sofá y acomodó mejor la manta que cubría su cuerpo, usando su brazo como almohada. Cerró los ojos para al fin conciliar algo de sueño.Innie en la habitación también lo hizo, cerró sus ojos para poder dormir, pero no pudo. Abrió los ojos nuevamente mientras soltaba un sollozo. De tanto que había llorando a ese punto sus ojos en la mañana estarían muy hinchados. No podía dormir... ¿Porqué tuvo que decir todas esas cosas? Él no era así, ni pensaba así, pero fue orillado a gritar tantas mentiras por su enfado y miedo.Miedo a ser padre por primera vez. Miedo a no tener cerca a su pareja. Miedo a su propio ser.Vivió un una burbuja toda su vida, y sí, tuvo una relación color se rosas con Chan pero realmente parecían más amigos que algo romántico, aunque estuvieran por comprometerse. En cambio, con Hyunjin realmente sintió el amor tan intenso y complejo que vive en su corazón. Con Hyunjin descubrió el dolor, la angustia, la indiferencia, y hasta unas veces llegó a odiar su presencia, pero realmente era el amor lo que más le enseñó y demostró a pesar de los errores cometidos.Ambos aprendieron de la complejidad de su primera vez amando de tal forma, y están a punto de ser padres de dos hermosas niñas. Todo estaba perfecto, pero las cosas cambian y terminas arruinando lo que con tanto esfuerzo deseaste. Porque él deseaba el amor se Hyunjin, pero ahora parecía solo desquitarse con él por boberías.Es que soy muy idiota pensó mientras limpiaba sus miles de lágrimas y acariciaba su vientre.Su respiración era intranquila, su cuerpo temblaba por el estrés de ahogar sus sollozos. Si soltaba un sollozo muy fuerte, Hyunjin lo escucharía ya que la casa era pequeña. Se sentía muy mal, y sabía que tenía que controlarse para que no tenga ningún problema con sus bebés, pero le costaba mucho.— Qué... — Jadeó con sorpresa cuando un tirón en su vientre sintió.¿Qué fue eso? ¿Una contracción?Pero... Era muy pronto para el nacimiento de sus bebés.Levantó la mitad de su cuerpo quedando sentado en la cama, con sus manos acarició su gran barriga notando como sus bebés se movían, estaban muy inquietas. Jeongin sabía que era su culpa, estaba muy molesto y estresado. Chan le dijo que evitara corajes, pero terminó haciendo eso mismo.— Tranquilas... — Susurró e hizo una mueca de dolor cuando sintió otro tirón en su vientre. — ¿Q— qué pasa? — Trataba de hablarles para que se calmaran. No funcionaba.Al tercer tirón sintió como este era más fuerte y un líquido entre sus piernas definitivamente lo alarmó. Encendió con las manos temblorosas la lámpara al lado suyo. Él quedó paralizado cuando se dio cuenta de la mancha de sangre en sus pantalones de dormir. Jadeó con sorpresa, su pulso aumentó y empezó a llorar por el miedo... Tenía miedo.Hyunjin volvió a abrir los ojos cuando escuchó pasos en la planta de arriba. Parecían irregulares y eso le pareció extraño. Tuvo un mal sabor.Jeongin no es de levantarse en medio de la noche, ni si quiera para ir al baño o tomar un vaso con agua. Se levantó y se dijo a si mismo que sería solo un momento para revisar que todo estaba bien. Subió las escaleras mientras trataba de escuchar atentamente. Cuando sus oídos captaron el primer sollozo desesperado seguido de otros más y al parecer cosas moverse, supo que algo estaba mal.Entró a la puerta sin pedir permiso.La escena de Innie tratando de ponerse las pantuflas mientras sus manos sujetaban su gran barriga más la mancha de sangre en sus pantalones, fue suficiente para que las alarmas dentro de él sonaran.Con sus manos temblando cargó a Jeongin hasta el auto.Tenía miedo.Sentado en la sala de espera con algunas lágrimas en sus ojos verdes, estaba a la espera de Chan que fue quién se llevó a Jeongin para saber qué pasaba.Ya habían pasado casi una hora y necesitaba saber si estaban bien. Solo de esa forma su corazón dejaría de taladrar su pecho, y podría respirar con calma.Su talón no dejaba de golpear el suelo, tenía nervios. Y sus nervios aumentaron cuando Chan apareció en su campo visual con una expresión extraña.— ¿Como están? — Preguntó levantándose de su asiento.— Fue solo un susto. Sus hijas están bien, Innie también. Ya están en su habitación. — Se acercó.Hyunjin sintió su cuerpo relajarse al escuchar aquello. Casi le daba un infarto cuando vio el mal rostro de Chan.— Carajo, que alivio...El Doctor soltó una risita. — Ven, te llevaré con él.Caminaron hasta llegar a la habitación designada a Jeongin, se detuvieron en la puerta.Sonrió pasando las manos con su cabello. — Muchas gracias, por la atención tan rápida.— ¡Doctor Bang! — Una enfermera lo llamó. Chan giró a verla y le hizo una seña para que esperase.— No hay de qué. — Sonrió. — Jeongin está más calmado, puedes pasar a verlo mientras yo atiendo a mi compañera. Luego vuelvo para explicarles a detalle lo que pasó y resolver sus dudas.Hyunjin asintió y Chan caminó en dirección contraria a él hacia la enfermera que lo esperaba. Abrió la puerta con algo de nervios, para qué iba a mentir. Realmente quería saber si él estaba bien aunque Chan ya se lo había dicho, necesitaba comprobarlo con sus propios ojos.Lo encontró mirando el techo, parecía que ya no habían rastros de lágrimas ni temblores corporales, además le habían dado ropa limpia. Su mirada dorada se percató de él y lo empezó a observar con cuidado.— ¿Cómo te sientes? — Preguntó con cautela.Se acercó lo suficiente como para ver sus ojos color del mismo sol volverse acuosos.Frente a frente, Jeongin podía leer a Hwang y sabía que este estaba genuinamente preocupado y hasta nervioso. Los recuerdos de anoche se hicieron presentes y la primera lágrima cayó.No dejaban de mirarse. A pesar de que una lágrima bajó por las mejillas de ambos, ellos seguían mirándose. Sus ojos no se despegaban.— Por favor. — Pidió extendiendo sus brazos para que Hyunjin lo abrace. — Hablemos.Quería decirle lo que descubrió gracias a su ausencia esa noche, y el dolor de verlo llorar por sus palabras.El mayor se sentó a su lado y lo rodeó con cuidado. Su cuerpo se tranquilizó de inmediato cuando sintió el olor de su shampú. Jeongin se relajó cuando se sintió protegido y ya no tenía miedo.Se alejaron minutos después.Innie tomó sus mejillas con cuidado. — Soy consciente de que te he hecho sufrir, perdóname, no sabía lo que decía... Estaba molesto y, y nervioso, yo realmente me arrepiento de todo lo que te he dicho. Lo dije sin pensar, en un arrebato, y te hice llorar que es lo que más me duele. — Besó su nariz. — Sé que estuve mal, y lo siento, Hyunjinnie. Mira, te hice preocupar y mis bebés casi... — Sollozó.Y el mayor sólo volvió a rodearlo, con cariño y afecto.— Yo... No odio estar embarazado, a veces es cansado sí, pero no lo odio, porque yo amo a mis bebés. Y no, no te odio, nunca podría odiarte, porque te amo demasiado... Tú eres tan bueno, trabajas y soportas de todo por Yejin y por mí, siento que no te merezco, Hyunjin. No te merezco, pero te amo de igual manera. — Sollozó bajito. — Siento mucho haberte reclamado cosas tontas, en verdad, y, y... Tú querías resolver las cosas, yo solo me centraba en mí mismo, olvidándote a ti.Quedaron en silencio hasta que una suave risa salió de los labios de Hyunjin junto a una lágrima. Apretó un poco más a Jeongin en el abrazo.— Está bien... — Sonrió. — Yo te perdono bebé, pero por favor nunca más vuelvas a decir todo eso.— En serio no te merezco... — Hyunjin acarició su espalda para calmar su llanto silencioso.—Me esforzaré para controlarme mejor, lo prometo.— Sé que sí. Yo también lo haré. — Dijo con sinceridad.Se separó para besar su frente y bajar un poco la cabeza para fundirse con los belfos contrarios. Cerró los ojos para disfrutar su momento. De Jeongin y suyo.— Estaba tan preocupado... — Susurró. Sus manos dudosas se posaron en el gran vientre de su aún pareja quien sonrió para volver a unir sus labios un momento.— Lo siento tanto, Hwang... — Besó sus mejillas. — No sabes lo que me dolió verte así, tan destrozado, realmente fue ahí cuando me di cuenta de la gravedad de mis palabras... Además nunca te dejé hablar, tú querías contarme algo.Hyunjin junto otra vez sus labios y tomó entre sus grandes manos las más pequeñas de Jeongin. — Tranquilo, está bien... Puedo contarte todo hoy si gustas.Nuevamente sus belfos se rozaron, porque se habían estado extrañando a pesar de comer en la misma mesa y pisar el suelo de la misma casa todos los días... Pero se habían extrañado a pesar de todo eso.— Con permiso.Se separaron cuando Chan apareció en la habitación. Hyunjin se levantó pero seguía sosteniendo las manos de Innie.— Seré claro. — Su expresión era seria. — El sangrado es una clara consecuencia del estrés y corajes. Jeongin, te dije que debías evitarlos, estar relajado y descansar... Al menos no fue tan grave, si tu embarazo fuera más delicado como antes lo era, hubieras tenido un aborto espontáneo a causa de lo antes mencionado, porque no tomaste mis consejos.El mencionado bajó la cabeza y asintió. Tenía toda la razón.— Y a partir de hoy quiero que te quedes en casa de tiempo completo, no más trabajo en el taller de costura al menos hasta el nacimiento de las niñas, ¿Entendido?Las recomendaciones eran para Jeongin pero a pesar de ello Hyunjin asintió a lo que el decía como si fuera dirigido a él también.Después de todo eran un equipo, y Hyunjin estaba responsable de también poner de su parte para cuidarlo.— Lo haré...— Claro que lo harás. Ahora, creo que es todo, ¿O tienen alguna duda? — Ambos negaron. — Perfecto, entonces me retiro... ¡Ah! Y la próxima semana que gustaría darle un chequeo a Innie. Así que vengan el 20, ¿Está bien?— Sí, el 20.Chan asintió y salió de ahí.Hyunjin miró a Jeongin y acarició su mejilla.— ¿No me contarás?— Cuando estemos en casa, te contaré todo.