♡ : CAPÍTULO XXXI

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— Adiós. — Dejó un beso en su mejilla y caminó hasta la puerta.

Hyunjin salió de casa más temprano de lo usual hacia el trabajo con una expresión agria. El oji-dorado podía notar esas cosas en él.

En la noche llegó temprano lo cual sorprendió a Jeongin. Hyunjin se tomó el tiempo de ayudarlo con la cena y como hace mucho no hacían, se sentaron a la mesa del comedor para conversar y compartir una rica comida.

Fue la noche más feliz y tranquila de todo el mes desde que Hyunjin empezó a trabajar y ganar el dinero que hoy los mantiene estables. Innie no dejó de sonreír hasta que quedó dormido entre los brazos de su hombre, porque lo había extrañado mucho.

Fue excelente hablar luego de mucho, pero nunca tocaron ni conversaron sobre sus discusiones y molestias, solo... Lo ignoraron por esa noche. A pesar de pensar en todo ese día lo que le dirían al otro para resolver sus problemas gracias al consejo de Yejin, ellos al verse solo lo olvidaron, y se enfocaron en pasar una noche tranquila también con sus bebés.

Fue un pacto silencioso.

Jeongin vio feliz a Hyunjin, pero en todo este tiempo juntos ha conocido cosas de él que ama descubrir. Como la expresión en su rostro incómoda cuando algo le da miedo o lo perturba, también cuando frunce los labios si algo no le gusta o quiere decir algo pero sin atreverse. Lo conoce bien, lo lee bien. Por eso se dio cuenta que esa noche cuando su mirada se perdía era porque estaba pensando sin descanso en algo que pasó o presenció.

Jeongin sabe que algo pasó, aunque no sabe qué exactamente.

No quiso preguntar para no incomodarlo. Ahora se arrepiente porque en el desayuno de ese día tenía la misma mirada perdida como la noche anterior. Pero ahora Hyunjin salió tan rápido que no le dio el tiempo de hablar con él.

Exhaló con cansancio. — ¿Ya despertaron? — Levantó su camiseta y con sus manos frotó suavemente su gran barriga, sus bebés moviéndose por primera vez en el día para sacarle una sonrisa. — Su papá ya se fue.

Acarició un poco más su barriga y agradece que las bebés sean tranquilas, porque si fueran hiperactivas tendría dolores en su barriguita, y suficiente tiene con las molestias frecuentes en su espalda baja, su subida de peso, los pies hinchados y cambios de humor repentinos.

Y pensaba que tendría un embarazo tranquilo.

— Hoy no veremos a las tías ni iremos al taller, vamos a visitar a Chan para que pueda ver cómo están, ¿Está bien? — Preguntó acariciando la parte baja de su barriga. Ellas se movieron rápidamente. — Ah, están felices, yo también, nuestra última cita fue hace dos meses y ya quiero volver a verlas.

Se levantó del sofá con esfuerzos y como pudo caminó con cuidado hasta la puerta principal. Al lado de esta había un perchero y colgado un saco largo de Hyunjin. Se lo puso porque los suyos ya no le quedaban tan bien.

Una hora después estaba frente al escritorio de metal de Chan y este detrás del escritorio. Ya habían revisado a sus bebés y a él, y todo parecía en orden.

— No te recetaré nada, pareces muy bien de salud. Solamente debes tener cuidado con los esfuerzos y corajes, tu nivel de estrés está más alto que los meses anteriores, ¿Oíste? Estás en tu tercer trimestre, tienes 31 semanas, se puede adelantar tu parto y no es lo que queremos, Innie.

Él asintió. No quería eso, quería que sus bebés estén bien y nazcan bien.

— Lo sé, Yoon. — Dijo apenado.

— ¿Puedo saber por qué andas tan estresado? ¿Son las molestias por el embarazo? — Preguntó mirándolo, esperando una respuesta, pero Jeongin solo hizo una mueca con los labios. — Puedes tenerme confianza, después de todo somos amigos.

Desire of love ❁ HyunInWhere stories live. Discover now