Capítulo Uno

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Parte I - Hermione

Hermione mira alrededor y se siente satisfecha. Su tienda de libros, como siempre, lucía pequeña pero acogedora. Había estantes hermosamente confeccionados, y aunque había libros tanto de autores magos y como de Muggles famosos, la especialidad del lugar eran los libros para niños, por eso la decoración era relacionada con la fantasía y los cuentos de hadas.

Hermione soñaba que su librería fuera un lugar donde los niños de las familias de magos pudieran venir y aprender del mundo fuera de la magia, sembrar en las mentes tiernas la empatía por las criaturas y seres mágicos, derribar de alguna forma la ignorancia de los magos por el mundo que les rodeaba, el de los no magos, y así evitar en la medida de su posibilidad, que en el futuro volvieran a darse casos de niños como Draco Malfoy y Pansy Parkinson, que crecían odiando a una persona nada más que por su sangre y su origen aunque la magia fuera natural en ella.

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Cuando terminó la guerra, los funerales y juicios, una de las primeras cosas a las que Hermione dedicó su atención fue a intentar recuperar a sus padres. Ella viajó a Australia con Ron y Harry, quienes la ayudaron a localizarlos, logró revertir el hechizo que la borró de sus memorias y el reencuentro fue conmovedor.

Sin embargo, sus padres tomaron la drástica decisión de seguir en el país, asegurándole que la amaban, que estaban felices de saber que todo había salido bien durante la guerra, que estaban orgullosos de ella, pero ahora sabían con claridad que ella no les necesitaba para sobrevivir, que ya no era una niña sino toda una mujer y que era capaz de cuidarse sola, de hacer una vida en su mundo sin necesidad de tenerles cerca. ¿Acaso desde los doce años Hermione no había pasado sino apenas días con ellos, partes del verano, a veces ni siquiera la Navidad o la Pascua? Ellos admiraban el valor de su hija, su independencia y su inteligencia, pero era evidente que ella podía vivir sin ellos cerca, y gracias a su alejamiento progresivo, y luego a su hechizo, ellos sabían que también eran capaces de estar lejos de ella sin dejar de amarla.

Hermione se había sentido decepcionada, triste, casi desconsolada; ella soñaba con traerlos de vuelta y ser una familia unida otra vez, pero respetó su decisión, y luego de dos semanas con ellos (ya Ron y Harry habían vuelto a Inglaterra), volvió a Londres decidida a planear con detalle su futuro y ponerse manos a la obra.

Hermione planeaba empezar su vida adulta yendo a Hogwarts para terminar sus estudios y graduarse con un montón de EXTASIS, y luego permitirse aceptar la invitación del Ministerio de dedicarse a trabajar allí como Analista Junior, y poco a poco, ir subiendo escalón a escalón, para lograr su sueño de obtener mejoras para las condiciones de las criaturas y seres mágicas como los gigantes, los centauros, la gente del agua y los elfos domésticos, y simultáneamente, también pensaba que podría retomar su relación con Ron, que avanzarían y mejorarían más aún luego del apasionado arranque y del poco tiempo que habían podido pasar juntos después de la batalla debido a los funerales, juicios y luego el viaje a buscar a sus padres.

De alguna forma, todos estos sueños se fueron cayendo uno a uno.

Hermione se había contagiado de viruela de dragón, muy probablemente al volver de su viaje de Australia. Nunca supo si fue en uno de sus múltiples pases por diversos Terminales de Trasladores durante el largo viaje desde Sídney a Londres, probablemente tuvo contacto con algún mago contagiado durante su estadía en el país o tal vez fue cuando ya había llegado a Inglaterra, pero pocos días después de volver a Londres, empezó a padecer fiebres muy altas y mucho malestar, dolor en el cuerpo y jaquecas, y cuando Molly la hizo ir a San Mungo a examinarse por lo mal que se veía y sentía, el dictamen fue indudable.

Hermione se tuvo que quedar hospitalizada tres meses completos en el Ala de San Mungo dedicada a esta virulenta y violenta enfermedad. Afortunadamente ningún otro de los Weasley o Harry resultó contagiado, y como le fue diagnosticado prontamente y se le aplicó la Poción de Gorsemoor antes de que empezara a llenarse de pústulas, no quedó con marcas en la piel y sobrevivió al duro ataque del virus, pero definitivamente, la salud de Hermione quedó diezmada por un tiempo: no podía ir a Hogwarts a estudiar para obtener sus EXTASIS, no solo porque el conocido 8vo año para los estudiantes que quisieron volver al Colegio ya estaba avanzado, sino porque requería descanso, buena alimentación, reposo y tranquilidad. Cualquier actividad que requiriera mucho esfuerzo físico y mental tendría que esperar a que recuperara su fortaleza.

Una Lechuza en mi VentanaWhere stories live. Discover now