Capítulo 19; ¿Podrías hacerme el favor de morirte?

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Al día siguiente, después de seis horas y media en el instituto, soy libre de poder hacer lo que yo quiera durante las seis horas restantes de la tarde. Por lo cual, cojo una bolsa con ropa limpia (unos shorts tejanos junto con una camiseta de tirantes azul eléctrico ajustada), me la cuelgo al hombro, cojo mi móvil y las llaves y pico a la pared corrediza que separa la habitación de Roxy de la mía.

La abro un poco y asomo mi cabeza.

- Me voy al SPA- le digo y ella levanta su vista del libro que actualmente se está leyendo (La Mecánica del Corazón de Mathias Malzieu)- ¿te vienes?- le pregunto.
- ¿Te vas a ir al SPA un jueves en vez de un viernes?- me pregunta y yo pongo los ojos en blanco.
- Mañana tenemos entreno, así que sí, me voy a ir al SPA un jueves, ¿algún problema?- pregunto, mirándola con una ceja levantada.
- No, ninguno, pero no voy- dice y yo asiento- me voy a acabar de leer el libro y después seguiré estudiando para el examen de mañana- añade.
- Vale, suerte- le digo y vuelvo a cerrar la puerta corrediza.

Bajo las escaleras corriendo y abro la puerta.

- ¡Mamá, me voy al SPA!- grito y mi madre asiente con la cabeza, sentada en el sofá de la sala de estar, sin siquiera levantar la vista del libro que lee.

Salgo de casa y cierro la puerta, después empiezo a caminar con tranquilidad hacia el SPA que queda a una media hora caminando desde mi casa.

***

Al llegar al SPA, entro y pido una cita para ahora. La señora que hay en la recepción me dice que entre en la sala y yo asiento con la cabeza, entrando en la sala donde me desnudo quedando en ropa interior y me rodeo el cuerpo con una toalla. Respiro hondo y entro en la habitación donde está María, la chica que suele hacerme los masajes siempre que vengo al SPA para relajarme.

- Hola, Liv, ¿qué tal vas?- me pregunta al entrar y yo me encojo de hombros.
- Mmm... supongo que más o menos- digo y sonrío levemente- un chico está rondádome en la mente y no sé si eso es bueno o malo- le explico y ella me sonríe.
- Túmbate, tienes mucho que olvidar durando un rato- dice ella y yo lo único que hago es hacerle caso y tumbarme en la camilla boca abajo, después de quitarme la toalla.

Ella me desabrocha el sujetador y cierro mis ojos en cuanto sus expertas manos empiezan a darme masajes en la espalda.

Cinco minutos después, ya me estoy quedando dormida.

***

Veinte minutos después, me levanto de la camilla y me estiro. Mis músculos adormilados se van acostumbrando lentamente a volver a estar despiertos otra vez.

Salgo de la habitación al despedirme de María y respiro hondo, saliendo del pasillo.

Cuando llego a recepción, me encuentro a Abi entrando por la puerta.

Mierda.

- Hola, Liv- dice ella, sonriéndome.
- Vaya, el sábado cuando te vi no estabas igual de sonriente- le digo, sonriéndole falsamente.
- Sí, bueno... el sábado yo no sabía que conozco a alguien que te gusta y con el cual te puedo hacer daño- dice ella, sonriendo de una forma asquerosamente venenosa.
- ¿Me amenazas con quitarme a mi Chritian?- pregunto, recalcando la palabra "mi".
- Mmm... sí, se podría decir que sí- sonríe- pero esque no te lo mereces, así que es mío- dice, poniedo cara de asesina.
- Yo creo que no- sonrío- eres bi ¿no? ¿Por qué no te buscas a una tía que esté buena y ya?- le pregunto, cerrando mis puños con fuerza.
- Porque eso no sería igual de divertido que joderte un poco la vida- dice- igual que te hice esos dos años que fuimos "mejores amigas"- sonríe y yo no puedo evitar que el vómito me suba por la garganta.
- Das asco, lo sabes ¿no?- digo, poniendo mi mano en la boca y haciendo que me entran arcadas.
- Christian no opina igual cuando lo tengo entre mis piernas- dice, sonriendo pícaramente.

Vale, ese dato me ha dolido.

- Eres más puta que las gallinas- le suelto y me trago el vómito- ya lo eras en aquellos tiempos en los que eramos "mejores amigas"- digo- aun recuerdo cuanto cambiaste por el "desamor" que tuviste con mi primo- añado- tú eras una chica normal, con sentimientos, ahora no eres más que una zorra que se folla todo lo que se mueve- le suelto y me encamino hacia la salida.
- Y eso que no sabes lo que he hecho con Christian en la cama- dice sonriendo.
- ¡Por Dios, Abigail, que solo tienes 17 putos años!- exclamo, girándome para asesinarla con la mirada.
- Tener 17 no me impide follármelo cuando yo quiero- dice sonriendo y juro que si no fuese orgullosa ya estaría llorando- ¿acaso Roxy no te ha contado la "pequeña charla" que tuvo conmigo por lo de Christian en el pabellón? Me encanta acariciarle el pelo, mientras sé que tú me miras con envidia y celos- sonríe y yo juro por lo que más quiero que la mataría aquí mismo si no fuese porque correría peligro de ir a la cárcel.
- ¿Podrías hacerme el favor de morirte?- le pregunto y respiro hondo para calmar mis ganas asesinas.
- Mmm... espera que lo piense... no- sonríe y si las miradas matasen, ella ya estaría muchos metros bajo tierra.

La relajación solo me ha durado veinte putos mintuos.

Y luego tenía que llegar Abigail Yanes para joderme un rato. Como siempre.

¿Por qué mierda me senté a su lado en la cafetería aquel día?

*FLASHBACK*

Entré en la cafetería del instituto, junto con mi hermana.

En la cafetería, había algunas de las chicas de mi nueva clase. Era la primera vez que entraba allí, y no sabía que sería tan grande. La verdad, no esperaba algo así.

- ¿Quieres sentarte?- me preguntó entonces una chica que iba a mi clase, de la cual no recordaba el nombre.

Me encogí de hombros.

- Sí- dije, bastante flojo y ella se levantó para dejarme su silla, la cual estaba al lado de otra chica de mi clase.

La miré y ella me miró. Sus ojos marrones me miraban con curiosidad, su pelo negro recogido en una coleta baja igual que el mío y su ropa ancha.

Era prácticamente como yo en aspecto físico. Mi hermana se sentó a mi lado, pero yo empezé a hablar con mi compañera de clase.

- Soy Abigail, pero me puedes llamar Abi- me dijo ella y yo le sonreí.
- Yo soy Liv- le dije y ella sonrió.
- ¿No era Olivia?- me preguntó.
- Sí- me encogí de hombros- pero odio que me digan así- sonreí.
- Yo también odio que me llamen Abigail- me dijo- solo se lo permito a mi madre.

Asentí con la cabeza y empezamos a conversar sobre cosas más interesantes que nuestros nombres.

*FIN DEL FLASHBACK*

¿Quién iba a decirme a mí que su amistad sería más peligrosa que echar gasolina a un cuerpo y después prenderle fuego?

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Soy consciente de que he subido cap hace poco, pero como era cortito, he decidido subir otro más :')

Espero que os haya gustado el cap extra xD

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