Prólogo

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Siempre he hablado con mis padres sobre la suerte de su época como semidioses. Nunca lo han negado, aunque las últimas veces me dijeron que tampoco había habido tantos semidioses poderosos entre sus compañeros. Puede que tengan razón, cada día que pasa lo tengo más claro.

Mientras el suelo de Manhattan se acerca y preparo mi escudo para que Cronos no nos mate ni a mí ni a mi maestro Quirón, no puedo evitar pensar en ellos. En esa conversación en la que les conté mi profecía. El día en que me demostraron que podían no ser mis progenitores, pero siempre serían mis padres.

Puede que piense más en la profecía. Sobre todo porque parece que se acerca mi inminente final. Supongo que a pesar de ser una heroína no dejo de ser una adolescente con miedo a la muerte por mucho que se tenga que enfrentar a ella.

No me malinterpretes, deseo sobrevivir. Tengo mucha gente a la que deseo proteger y ver cuando todo esto acabe. No obstante, el Oráculo de Delfos no me deja tantas opciones.

La princesa del Olimpo ha llegado.

El sol evita un mal presagio.

La flecha y la corona se dividen.

Sin respuesta ni alegría perecerá bajo la hoja maldita.

He cumplido casi todos los versos de la profecía. Casi todos han conseguido tener sentido. Pero aquí y ahora no puedo evitar pensar en el verso final. La Gran Profecía habla de una hoja maldita y yo estoy demasiado cerca.

Puede que por eso me haga plantearme cómo he llegado aquí. No los poderes de Cronos que ralentizan mi visión del mundo, tampoco la forma en que obligo al aire a acolchar mi caída. No. Creo que las Moiras saben que se acerca una batalla definitiva para mí, para el Olimpo y para el mundo.

Maldigo nuestro papel en el mundo. Soy demasiado joven y tengo demasiado miedo para llevar tanto peso en mis hombros. Entiendo que no comprendas a lo que me refiero. Si sigues leyendo, entenderás que ser un semidiós es complicado y peligroso. Si sigues leyendo, descubrirás que el peligro y la complejidad crecen al ser un semidiós poderoso o "elegido" por los dioses. No es solo ser perseguido por miles de monstruos, es ser perseguido mientras el peso del mundo y el futuro de todo lo que te rodea pesa sobre tus hombros.

Así que, ten cuidado. Si pasas la página, puede que tu visión del mundo cambie. Muchos se lo tomarán como un entretenimiento, pero si sientes cualquier similitud... Busca el campamento y prepárate. Tu vida no será fácil, aunque será lo más parecido a una aventura que puedes encontrar en la actualidad. 

La hija de Apolo (La Princesa del Olimpo 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora