«Fue mala idea, fue mala idea, ¡fue muy mala idea!», se repetía Elizabeth a sí misma tratando de frenar sus temblores. Octubre ha empezado, y todos saben muy bien lo que significa: es momento de hacer la "prueba de valor" en la tenebrosa mansión emb...
La luna se alzó, los monstruos salieron, las brujas sacaron sus escobas y sus calderos. Es el momento *w* 1... 2... ¡3!
¡FELIZ HALLOWEEN! ^0^
¡Hola todos! Aquí Coco, quien viene a armar fiesta, ¡fiesta con todos sus cocoamigos!, y que además se enorgullece de presentarles esté épico cierre de nuestro especial 💥¿Qué dicen? ¿Se están divirtiendo? ¿Ya esperan con ansias del gran final de nuestro Maratón? >3< Bueno, siendo realistas, probablemente muchos lo lean hasta mañana, pero no importa si hoy van a una reunión, aquelarre o maratón de cine de terror, ¡aquí estará este manjar esperándolos para cerrar nuestra temporada spooky! 🎃💕✨
Muchas gracias a todos por haber pasado otro otoño más conmigo, no saben cómo lo aprecio, como los amo, y cómo me hace feliz poder seguir aquí TuT *shora en silencio y tenemos que esperar a que se calme* Pero no nos pongamos serios, ¡esta noche es de diversión! ^0^ Les mando un beso, un abrazo y, si las diosas lo quieren, nos vemos muy pronto en otra historia.
¡Boo! >0<
Posdata: recuerden que hoy también habrá capítulos especiales en Bloodties, Sonidos del Alma, y Lo que tod@ chica/gato debe saber. Estaré subiendo estos pequeños bocaditos de dulce o truco ^u^ entre las seis y las siete cada quince minutos, sé que les fascinará. Ahora sí, ¡comencemos nuestra spooky fiesta! 🎃💕
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—Insectos, ¡son insectos! ¡Quítamelos, King!
—¡Quédate quieta, Diane! —le pidió el pequeño ojimiel a su amiga, pero era bastante difícil hacerlo, sobre todo porque dichos bichos los habían cubierto por completo y atrapado dentro de un capullo, tan pegados que apenas podían moverse.
—¡Aplástalos! ¡No importa lo que tengas que hacer!
—Está bien. ¡Allá voy! —anunció el chaparrito, que viendo la situación decidió tomar medidas drásticas. Colocó sus manos sobre los grandes, cremosos y suaves pechos de su amiga, y los apretó con fuerza, logrando con esto que las arañas que los cubrían se disolvieran en humo.
—¡Sigue! —ordenó ella, y así lo hizo. No importaba que le sangrara la nariz, o que los bichos se subieran a él. El valiente muchacho aplastó toda criaturilla que viera reptando por ahí, limpiando el cuerpo de la hermosa castaña, que comenzó a calmarse mientras sentía sus dedos sobre ella. Entonces, la palabra que ya había dicho fue repetida en un tono completamente diferente—. Sigue... por favor.
—Diane... —Ya no había insectos, pero él seguía apretando con fuerza. Sus respiraciones se aceleraron, sus miradas se encontraron. Antes de darse cuenta, se estaban besando, y el capullo resultó bastante útil, pues resultó ser una cama improvisada en la que los mejores amigos descubrieron que eran algo más.
