«Fue mala idea, fue mala idea, ¡fue muy mala idea!», se repetía Elizabeth a sí misma tratando de frenar sus temblores. Octubre ha empezado, y todos saben muy bien lo que significa: es momento de hacer la "prueba de valor" en la tenebrosa mansión emb...
El romance también es magia, ¡y ya comienza! *w* Fufufu 🎃💕
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—¡Aaaaaaaaaaaaaah! —gritó despavorida la chica de ojos rasgados a la que estaban persiguiendo bolas de fuego—. ¡Jericho! ¡¿Jericho, dónde estás?! ¡Vámonos! —le suplicó a su mejor amiga, pero ella estaba congelada de miedo, balbuceando incoherencias ante el "fantasma" de su hermano.
—Otra vez estás holgazaneando.
—Gu... Gustave, yo... —La aparición se acercaba de forma intimidante, y no importaba lo mucho que ella se recordara que seguía vivo, igual tembló como gelatina al ver que venía furioso.
—¡A entrenaaaaar!
—¡Gyaaaaah! —aulló la pobre peliazul mientras también salía despedida hacia cualquier otro lugar. Corre que corre, las compañeras apenas lograron salir, y en cuanto estuvieron a salvo bajo el sol de mediodía, se dejaron caer sobre el césped exhaustas.
—¡Qué espanto! ¿Qué demonios fue eso? Esa casa es en verdad aterradora, nadie nos creerá lo que... esto, ¿Jericho? —preguntó la morena con tacto, pues la peliazul se había quedado muy quieta, encorvada sobre algo—. Linda, ¿qué tienes?
—Gustave.
—¿El monstruo tomó la forma de tu hermano?
—No Guila, es de Gustave. Mira —volteó con los ojos llenos de lágrimas mientras le mostraba un aeroplano de juguete con camuflaje verde—. Era su favorito.
—Oh, linda... —la consoló su amiga acariciando su espalda. Su hermano mayor se había ido al ejército hacía mucho, y lo extrañaba, con todo y que su mayor miedo fueran sus sesiones de entrenamiento—. ¿Estás bien?
—¡Sabía que lo había perdido aquí! —río ella, olvidado cualquier miedo—. El tonto nunca reconoció haber venido, decía que la prueba de valor era solo una tonta travesura infantil —exclamó, triunfal y más feliz que nunca—. Esto es un auténtico tesoro. ¿Y a tí que te dio, Guila? —No había revisado aún. Apenas metió los dedos a su bolsillo y sintió el objeto metálico, supo de inmediato qué era.
—No puede ser —susurró. Pero sí. El collar que su padre había perdido destellaba volviendo a las manos de su legítima dueña—. Meli-Meli, muchas gracias —se inclinó ante la espeluznante mansión para desconcierto de Jericho—. Mi hermanito Seal estará encantado con esto.
Se alejaron el doble de felices en comparación a lo que habían sido asustadas, y Meliodas se alegró de verdad por ellas mientras su poder aumentaba considerablemente y su magia se fortalecía. Así pasaba las horas esperando a que Elizabeth saliera de la escuela, y para su sorpresa, la influencia de su bella asistente se extendía aún más con cada día que pasaba.
—Esto se llama "redes sociales" —le explicó una noche tras asustar a un par de adolescentes que salieron con caramelos de calabaza—. Si publicas cualquier cosa aquí, muchísima gente puede enterarse de inmediato.
