KOOKGI : DESPUÉS

011

ㅡBonito pijama ㅡdice, y yo bajo la vista.

¿Por qué está siendo tan caballeroso? No hemos arreglado nada, y la última vez, que yo recuerde, íbamos a mantenernos alejados el uno del otro.

ㅡJungKook, tienes que irte ㅡrepito.

ㅡDéjame adivinar: ¿una de las condiciones de Jimin para la reconciliación es que tienes que mantenerte alejado de mí? ㅡSu tono es más serio ahora.

ㅡSí. Y, que yo recuerde, tú y yo no somos amigos ni nos hablamos. ¿Por qué dejaste la clase de literatura y por qué le pegaste a SeokJin?

ㅡ¿Por qué haces siempre tantas preguntas? ㅡrefunfuñaㅡ. ¡Ahora no quiero hablar de eso! ¿Qué estabais haciendo tú y tu estupendo pijama antes de que entrara? Y ¿por qué tienes la luz apagada?

Jungkook es mucho más divertido cuando bebe, pero estoy empezando a preguntarme por qué ha comenzado a beber de repente si antes no lo hacía.

ㅡEstaba viendo una película ㅡle digo; quizá si soy simpático con él, responda a alguna de mis preguntas.

ㅡ¿Qué película?

ㅡTodos los días de mi vida ㅡrespondo, y lo miro. Sé que va a reírse de mí, y tras unos segundos lo hace.

ㅡCómo te gusta ese pastel de película. No es nada realista.

ㅡEstá basada en una historial real ㅡlo corrijo.

ㅡSigue siendo muy mala.

ㅡ¿La has visto acaso? ㅡinquiero, y él niega con la cabeza.

ㅡNo me hace falta verla para saber lo mala que es. Puedo contarte el final: ella recupera la memoria y viven felices y comen perdices ㅡdice en un tono de voz muy chillón.

ㅡPues te equivocas; de hecho, no acaba así. ㅡMe río.

Jungkook me saca de quicio la mayor parte del tiempo, pero en contadas ocasiones como ésta hace que no recuerde lo terrible que puede llegar a ser. Se me olvida que debería odiarlo, y en lugar de eso me encuentro lanzándole una de las almohadas de Momo. Él deja que le dé, aunque podría haberla detenido con facilidad, y empieza a gritar como si le hubiese hecho daño de verdad, así que ambos nos reímos de nuevo.

ㅡDeja que me quede y vea la película contigo ㅡmedio pregunta, medio exige.

ㅡNo creo que sea buena idea ㅡle digo, y él se encoge de hombros.

ㅡLas peores ideas suelen ser las mejores ㅡreponeㅡ. Además, no querrás que vuelva borracho, ¿no? ㅡSonríe, y no puedo resistirme, aunque sé que debería.

ㅡVale, pero te sientas en el suelo o en la cama de Momo.

Hace pucheros, pero me mantengo firme. Dios sabe lo que podría pasar si nos tumbamos los dos en mi estrecha cama. Me sonrojo ante las posibilidades y me reprendo a mí mismo por pensar en ello cuando acabo de prometerle a Jimin que me mantendría alejado de JungKook. Parece una promesa muy sencilla, pero de alguna forma siempre acabo encontrando el camino hasta JungKook.

O bien, como esta noche, él encuentra el camino hasta mí. Jungkook se desliza hasta el suelo, y yo me tomo un momento para admirar lo bueno que está con una simple camiseta blanca. El contraste de la tinta negra con la tela blanca es perfecto, y me encanta la forma en que la enredadera de la base de su cuello sobresale por el borde de la camiseta y la tinta negra se entrevé por debajo del tejido.

Le doy al «Play» y, acto seguido, me pregunta:

ㅡ¿Tienes palomitas?

ㅡNo, deberías haberlas traído tú ㅡbromeo, y giro la pantalla para que vea mejor desde el suelo.