CAPITULO 12

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Veo por la ventana de mi habitación hacia la calle, veo los edificios que están frente del mío y el sol saliendo detrás de ellos, por el horizonte mientras bebo una taza de café para despertar como se debe, ya vestida para ir a la universidad esperando el desayuno que prepara mi hermano en la cocina.

Desde hace años, prefiero ver los amaneceres que los atardeceres, me pesa menos ver como un día comienza a ver como un dia termina... odio que los días se acaben, aunque yo despierte al otro día, hay personas que ya no lo hacen.

¿Por qué estoy pensando en esto?

—Olivia, tu desayuno está listo —llega la voz de mi hermano a la puerta.

Volteo saliendo de mi estupor, mi hermano está muy bien vestido, como a veces es casualidad, lleva ropa holgada con la que no se nota todo el cuerpo entrenado que tiene, y no deja de verse bien, su cara resalta mucho más así.

—Me gusta tu camisa —comento quitándome de la ventana para ir hacia él—, es igual de infantil, como tú.

—¡Oye, Doraemon es una de las cosas más buenas para vestirse! —exclama indignado.

—No dije lo contrario, es bueno, pero para vestirse como el niño que eres —le toco las mejillas y paso por su lado—, igual espero que te cambies, para la fiesta de hoy.

—Si, lo haré —lo escucho ir tras de mí.

Hoy hay una reunión en honor a mi abuela, hace veinte años se fundó la cafetería, lleva el nombre de mi abuela a su honor, por la mujer que hacía unos pasteles deliciosos a su familia, siempre. Todos los años, a esta fecha, se hace esta reunión y la celebramos invitando personas cercanas, y hacemos muchas cosas especiales para la clientela que entre al café.

Me dirijo hasta la mesa y me siento para empezar a comer, trato de tener cuidado para no manchar la ropa que me puse, Oliver sirve un capuchino para ambos y me quedo viendo la mesa, él siempre trata de hacer cosas nuevas para comer, así que veamos que preparo hoy.

—Te escucho.

—Bueno, no pude hacer la gran cosa, pero hice un desayuno irlandes —se sienta y señala mi plato—. Esto es pan de centeno, huevos fritos, beicon y alubias blancas, bueno, fue lo que conseguí, lleva unas cosas más y unas salsas aparte, pero no tengo ni los ingredientes ni el tiempo para prepararlo de esa forma.

—Asi esta perfecto —tomo los cubiertos para probar todo junto, mi hermano me mira expectante para que le diga que tal quedo, y para mí es un gusto darle mi aprobación en estas cosas, mastico un poco todo y sonrio—. De verdad, sabe muy bien cucaracha radioactiva, te quedo muy bien.

—¿Necesidad de decirme cucaracha radioactiva y dañar el momento? —pone mala cara.

—No sería yo si no lo hiciera, y creo que piensas igual —asiente y sonríe.

Empezamos a comer rápidamente porque tenemos que irnos a la universidad, cuando acabo llevo los platos a la loza y los lavo rápidamente, luego voy a mi habitación y tomo mi maletin con mi portatil para irme, hoy no me voy a llevar la moto, mi hermano me llevará en su carro todo el trayecto para ir al café, además llevo tacones y me es incómodo andar en moto de esta forma.

Salgo de la habitación cerrando, mi hermano ya salió así que lo que tengo que hacer es cerrar el departamento y bajar a la carretera.

»»—— 💔 ——««

—Odio el color rosa de tu camisa, lo odio —mi camisa es vista con una cara de repugnancia por Anabelle justo ahora.

—Tengo algo importante hoy —le digo—, ¿quisieras ir? ira tu amor platónico también.

Corazón roto (Libro 1) #Corazones en juegoWhere stories live. Discover now