Subasta De Citas | 2yeon

Capítulo 7.

Era un nuevo día en el instituto, las clases aún no empezaban y los alumnos paseaban por los pasillos mientras esperaban

Nayeon abrazaba sus libros al caminar, la felicidad en su rostro era notable, tanto tiempo esperando una cercanía con Jeongyeon y hace tan solo un día había recibido un beso por parte de la misma.

Se detuvo en medio del pasillo y buscó Con la mirada a sus amigas. Entre tantos alumnos, solo logró encontrar a Momo entre ellos. Dió el primer paso para acercarse, cuando a los lejos, al final del pasillo, notó a Jeonyeon susurrar al oído de su hermano, Taehyung . Y mirando a todos lados, ambos se apartaron de entre sus compañeros.

Nayeon observó esto con extrañeza, la curiosidad pudo más y olvidando a su amiga, apresuró su paso para seguirlos. Ambos mantenían una distancia prudente, como si fueran cada quien por su propio camino, pero la ruta era la misma. Esto guío a Nayeon hasta detrás de las gradas de la cancha de la escuela, se asomó detrás de una de las columnas y observó con decepción como su hermano le entregaba una notable cantidad de dinero a Jeonyeon .

¿Qué significaba eso? ¿Tal vez. Taehyung había pagado a Jeonyeon para darle esa cita soñada a Nayeon? Los ojos de Nayeon se humedecieron al darse cuenta porqué Jeongyeon le devolvió el dinero y porqué había pedido otra cita, solo lo hizo porque Taehyung le estaba pagando. La castaña se ocultó deprisa cuando la mirada de Jeongyeon giró a su dirección, la rubia se mostró extrañada al creer ver a alguien, pero no había nadie.

──¿Ocurre algo?── Taehyung giró a sus espaldas.

── No...── respondió Jeongyeon ── nada ── volvió sụ mirada a él ── ya tengo que irme ── tomó Su mochila del suelo ──tengo que hablar con Nayeon.

── Oye── Taehyung llamó, Jeongyeon giró a verlo ── por favor, no se lo digas a mi hermana, ella me mataría ──suplicó con la mirada.

──Tranquilo, no se lo diré ── sonrió levemente ── nos vemos luego.

Jeongyeon pasó por aquella columna, pero no había nadie, le restó importancia y siguió su camino.

•••

Nayeon estaba decepcionada de su hermano, eso explica porqué estaba tan seguro de que ella ganaría la cita con Jeongyeon, porqué estaba tan colaborador con su dinero y porqué Jeongyeon la besó Cuando ni siquiera gusta de ella.

──Nayeon──  la castaña detuvo su paso al escuchar la voz de la Rubia. Jeongyeon la alcanzaba y sonriendo, se colocó a su lado ── ¿Qué tal?── Jeongyeon estaba un poco nerviosa ──me preguntaba si...vas a aceptar la segunda cita, creo que me parece lo justo ¿No? No debí...besarte.

── Claro que no debiste ── respondió Nayeon, siendo cortante. Jeongyeon se sorprendió con su respuesta y la castaña se alejó sin esperar respuesta.

Jeongyeon salió de su asombro y corrió a su lado, caminando a la par.

── Sí, lo sé, no debí ── estuvo de acuerdo ── rompí el contrato así que, como reparo, te ofrezco otra cita pero esta vez tú escoges el lugar y yo pago ¿Qué dices?.

── ¿Sí? ── se detuvo para girar a verla, se veía molesta ── Y con qué lo vas a pagar? ¿Con el dinero de mi hermano? ── Jeongyeon guardó silencio, estaba confundida.

── ¿Cuál dinero...? ──preguntó, dudosa. Nayeon bufó y dió gracias al timbre que dió comienzo a las clases, que pudo irse y dejar a Yoo allí, sin escuchar más de sus palabras.

La rubia la vió desaparecer al girar al siguiente pasillo y rápidamente sacó su celular, comenzaba a sospechar.

── ¿Taehyung? ── vigilaba que Nayeon no estuviera cerca ── creo que tu hermana ya lo sabe.

•••

── Y ahora qué vendes? ── Lisa no había guardado su cámara en lo que va del día, era la hora del almuerzo y Jennie aprovechaba para alzar sus ventas.

── Nada interesante, solo galletas ¿Compras uno? ── ofreció, ya se había acostumbrado a que Lisa la grabara.

──No, solo vine a cobrar una parte de lo que me debes ── sonrió. Jennie viró los ojos y a regañadientes sacó lo billetes de su bolsillo, era lo que había ganado en esos días más lo que Nayeon le había dado.

── Aquí tienes ── la pelinegra lo tomó, se veía contenta ── me alegra al menos sacar esa sonrisa ── comentó con sarcasmo.

── Ni te quejes, nadie te mandó a ofrecer tanto dinero por mí.

── ¿Ah sí? ¿No fué tu plan ponerme celosa al inscribirte en la subasta de citas? ──reprochó ──sabías que lo haría.

── Por Dios, Jennie, el mundo no girar al rededor de tí ── Jennie la miraba fijamente ── bueno, está bien, lo acepto, pero funcionó ──sonrió de manera egocéntrica. ── eso demuestra que eres predecible.

──Ya, Lisa ──pronunció con frustración ──ya basta de juegos ¿No podemos volver a como estábamos? Te extraño ── Lisa estaba a punto de caer por esa expresión tan tierna de Jennie, pero se puso firme a su decisión, tenía que darse su lugar.

── No, tomaste tu decisión y la respeto, no quieres novia, pues así será ── se retiró, no sin antes tomar una galleta para comerla en el camino.