Latidos Cruzados: El Secreto

La Biblioteca

El viento soplaba con cierta melancolía aquella tarde cuando Nobita, en busca de un refugio del bullicio cotidiano, entró en la antigua biblioteca de la ciudad. El edificio, con sus altas paredes de piedra y sus vitrales de colores, siempre le había parecido un lugar mágico, un portal a mundos desconocidos.

Mientras recorría los pasillos llenos de estantes repletos de libros antiguos y nuevos, Nobita se detuvo en la sección de literatura clásica. Se sintió atraído por un título en particular: "El Poder del Amor no Correspondido". Abriendo el libro con curiosidad, comenzó a sumergirse en sus páginas.

Mientras estaba absorto en su lectura, una sombra familiar apareció en su periferia. Alzando la vista, encontró a Dekisugi sentado a unas mesas de distancia, concentrado en un grueso libro de matemáticas avanzadas. El corazón de Nobita latió con más fuerza. No sabía si Dekisugi lo había visto, y se debatía entre acercarse o continuar con su lectura.

Finalmente, decidió acercarse sigilosamente y se sentó frente a Dekisugi, esperando sorprenderlo. Cuando Dekisugi levantó la vista y vio a Nobita, una sonrisa sincera iluminó su rostro. "¡Nobita! No esperaba verte aquí," dijo con una risa suave.

"Ni yo a ti," respondió Nobita, aún sintiendo un cosquilleo en el estómago. "Vine en busca de tranquilidad y me topé con este libro". Mostró la portada a Dekisugi.

"Interesante elección," comentó Dekisugi, con una mirada curiosa. "¿Hay alguna razón particular por la que te haya llamado la atención?"

Nobita titubeó un momento, pensando en cómo responder. "Creo que todos, en algún momento de nuestras vidas, hemos sentido un amor no correspondido. Simplemente quería entender mejor esos sentimientos".

Dekisugi asintió comprensivamente. "Es cierto, el amor es una de las emociones más complejas y poderosas que podemos experimentar. Y no siempre es fácil de entender o de manejar".

Los dos continuaron charlando sobre diversos temas, desde literatura hasta anécdotas personales. Las horas pasaron volando, y antes de que se dieran cuenta, el sol comenzaba a ponerse, bañando la biblioteca en una luz dorada.

Nobita, sintiéndose más conectado con Dekisugi que nunca, propuso: "¿Qué te parece si hacemos de este nuestro lugar secreto? Podemos venir aquí después de clases, estudiar juntos, compartir libros...".

La propuesta hizo que los ojos de Dekisugi brillaran. "Me encantaría," respondió.

Mientras salían juntos de la biblioteca, Nobita sintió que, de alguna manera, este día había fortalecido su vínculo con Dekisugi. Aunque todavía no estaba seguro de sus propios sentimientos, sabía que valoraba profundamente su relación con él.

El camino a casa estuvo lleno de risas y bromas ligeras. Al despedirse, Dekisugi le dijo a Nobita: "Nos vemos mañana en el receso". Y Nobita, con una sonrisa en el rostro, asintió con entusiasmo, esperando con ansias su próximo encuentro.