Latidos Cruzados: El Secreto

Los Retos Académicos de Nobita

Al día siguiente, Nobita se despertó con una sensación de inquietud. A pesar de haber decidido acercarse a Dekisugi para pedirle ayuda con sus estudios, no tenía idea de cómo iniciar esa conversación. Se levantó, se preparó y mientras desayunaba, ensayó mentalmente cómo abordaría a Dekisugi.

El camino a la escuela estuvo lleno de distracciones. El aroma de los cerezos en flor, el ruido de los estudiantes hablando animadamente y la música de un vendedor ambulante llenaban el aire. Sin embargo, la mente de Nobita estaba en otro lugar.

Llegó a la escuela y decidió esperar el momento adecuado. Durante la primera mitad del día, observó discretamente a Dekisugi, intentando encontrar el valor para hablarle. Cada vez que intentaba acercarse, algo o alguien interrumpía su intento.

Durante el receso, Nobita finalmente tomó una decisión. Se acercó a Dekisugi, quien estaba leyendo un libro bajo un árbol. "Oye, Dekisugi", comenzó Nobita, su voz temblorosa.

Dekisugi levantó la vista, sorprendido. "¿Sí, Nobita?"

Tomando aire, Nobita prosiguió: "Me preguntaba... bueno, he notado que eres realmente bueno en matemáticas y yo... bueno, no tanto. ¿Crees que podrías ayudarme un poco?"

Dekisugi pareció considerarlo por un momento y luego sonrió. "Claro, Nobita. Será un placer ayudarte. ¿Qué tal si nos encontramos después de clases en la biblioteca?"

Nobita, aliviado y sorprendido por la disposición de Dekisugi, asintió agradecido. "Gracias, Dekisugi. Realmente lo aprecio."

El resto del día escolar transcurrió como un borrón para Nobita. Estaba ansioso pero a la vez emocionado por su próxima sesión de estudio con Dekisugi. Mientras se dirigía a la biblioteca, se cruzó con Shizuka, quien notó su entusiasmo. "Pareces emocionado, Nobita", comentó.

"Voy a estudiar con Dekisugi después de clases", explicó Nobita. "Espero que pueda ayudarme a mejorar en matemáticas."

Shizuka sonrió. "Eso suena genial. Estoy segura de que aprenderás mucho de él."

En la biblioteca, Dekisugi ya había reservado un rincón tranquilo. Durante las siguientes horas, Nobita descubrió un lado de Dekisugi que no conocía. Aunque era brillante, también era paciente y un excelente maestro. Explicaba los conceptos de manera que Nobita pudiera comprenderlos y le ofrecía ánimo cuando enfrentaba dificultades.

Al finalizar la sesión, Nobita se sintió más confiado en sus habilidades. Agradeció sinceramente a Dekisugi y ambos prometieron encontrarse nuevamente para seguir estudiando juntos.

Mientras caminaba a casa, Nobita reflexionó sobre su día. Había dado un gran paso al pedir ayuda y se sintió agradecido por la amistad inesperada que estaba formando con Dekisugi. Sin embargo, no podía dejar de preguntarse qué pensarían los demás cuando se enteraran de sus sesiones de estudio.