┊ ┊ ━─━─ [𝗢𝗺𝗲𝗴𝗮𝘃𝗲𝗿𝘀𝗲]━ ◌ ━─━─
Sus sueños se habían roto junto a sus esperanzas, junto a sus oportunidades.
Isagi Yoichi siempre había amado el fútbol, era su más grande pasión y sueño en la vida, no obstante, un accidente hizo que aquel a...
"Ser capaz de olvidar es la base de la cordura. Recordar incesantemente conduce a la obsesión y a la locura."
──JACK LONDON
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Anri no era tonta, menos ciega.
Y aunque en ocasiones actúa de una manera ingenua y delirante de las cosas que suceden a su alrededor, era para evitar entrometerse en asuntos que no le son relevantes. Éste no era uno al que no le podía ignorar.
No porque le incumbiera, menos porque le habían pedido de una manera clara y fuerte ayuda. Sino, porque se trataba de un niño el que estaba sufriendo, uno que había visto y aprendido a tomarle cariño a lo largo del poco tiempo que llevaban conociéndose.
Ella quería a Yoichi y lo veía como un pequeño niño al cual tenía que cuidar y mantener a salvo ya que se les fue confiado por sus propios padres a ellos. Intentaba mantenerlo cómodo, manteniendo una unión pequeña que simulará una familia pequeña como la que él tenía en su hogar.
Intentaba todo; cenas, pláticas amenas, alejarlo del trabajo en momentos, proporcionar su propio espacio.
Sin embargo, sentía que aún faltaba tanto, sentía que no importara lo que hiciera jamás lo podía hacer sentir cómodo, menos aceptado. Y de cierta manera, con cada día que pasaba lo miraba más triste, pálido, ido y desorientado.
Se sentía mal, tal vez le daban mucha presión a un niño, tal vez debía reducirle el trabajo, y gradualmente lo harían, sin embargo, ahora no era posible, aún no podían darse ese lujo. De por si su trabajo demandaba que ella se quedara todas las noches despierta hasta las dos de la mañana, Ego casi toda la noche y ambos coordinarán y planificarán cada una de las siguientes selecciones al igual que los ingresos y asistencia que necesitarían. Todo era una combate, uno el cual tenían que planificar o terminarían todos derrumbándose mucho más rápido de lo que se están logrando mantener.
Quería darle menos trabajo pero si lo hacía todos caerían como castillo de naipes.
Pensó por días que podría hacer para animarlo y tras varios enfoques llego a una conclusión, tal vez no era la mejor, tampoco la más exacta, pero, esperaba, ayudara a Yoichi en sus problemas. Aunque fuera por solo un día.
──Tengo que entregar esto a un inversionista que pidió un poco de información ──inicia, captando la atención y confusión más pronunciada del joven.
──Pero,... ¿No dijeron que eso no estaba admitido en los contratos? ──pregunta, seguro de que había escuchado perfectamente el día donde ambos acordaban, una vez más, las condiciones en cada uno de los contratos, tanto con la JFU como quienes serían los inversionistas.
