~Primer capítulo~

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Estaba sentada cerca de las ventanas a una de las esquinas del salón de clases, contemplado el frío y lluvioso clima, -que por cierto amaba- mientras ignoraba por completo al profe de Mates, el cuál, al parecer, también ignoraba el hecho de que no le atendía ni a él ni a su clase.
Siempre me distraía observando las gotas de agua caer e impactar contra el suelo y las hojas de las plantas, también me hipnotizaba cuando la lluvia cesaba y quedaba ese rocío en los pétalos de las flores que a su vez se marchitaban debido a que el otoño se acercaba.
Pero mi hermoso espectáculo visual fue interrumpido por el timbre que indicaba cambio de turno. Por lo que solamente, con mirada triste, me levanté de mi puesto, agarré mis cuadernos y los otros libros para luego marcharme del salón hacia la siguiente clase.

2 horas después...

Caminaba mediante pasos lentos y cortos por los pasillos cerca de los casilleros. Mientras llevaba en los oídos unos audífonos, los cuáles emitían distintos tipos de géneros musicales, pero los que más me gustaban escuchar eran los de tonos melancólicos, tristes.
Estaba en paz con el mundo, y el mundo estaba en paz conmigo, hasta que dos voces molestas y chillonas a mi parecer irrumpieron en mi tranquilidad, rápidamente, alguien rodeó con sus manos mi cuello agarrando con las otras mis brazos...

- ¿Qué tal está la amargada? -preguntó Ney con una sonrisa sarcástica, entrecerrando los ojos.

- Estaba bien antes de que llegaran...

- Jeje, ¿Enserio? Nos pareció verte aburrida, supusimos que nos extrañabas así que decidimos venir y animarte un poco, ¿Por qué pareces triste? -añadió Lilian mostrando una sonrisa juguetona.

- Pues... -suspiré- la verdad escuchaba música y solo... Quería desconectar un rato...

- Si, eso es algo común en tí -dijo la de pelo negro rodando a su vez los ojos de forma irónica.

- Por cierto chicas, ¿Irán a la fiesta en el bar de Nicky está noche?

- Mmm...

- Yo no estoy muy segura -expresó Lilian- No sé si tendré tiempo para ir ya que quedé con mi padre para compañarlo a ver a mi madre al hospital...

- Vale, entiendo, ¿Y tú Tiff? -dirigió su mirada entusiasta a mí.

- Tampoco podré ir... Hoy tengo turno nocturno en la cafetería de mi hermana

- ¡Venga ya! ¿Enserio tendré que ir sola? -arqueó las cejas decepcionada- No me lo creo -puso los ojos en blanco- ambas son unas agua fiestas

- No Ney, el problema es que nadie puede ir a tu ritmo y eso es lo que siempre tratas de hacer... Otro día te acompañaremos, ya sabes que a mí me encanta ir de fiesta con vosotras, pero en este caso, mi madre está enferma y no puedo dejar de ir a verla solo por ir a una fiesta ¿Entiendes? -explicó la pelinegra cruzándose de brazos, levantando solo un poco las cejas.

- Lo mismo digo, sin embargo saben que no me gusta mucho ir a esas fiestas, pero si es por ustedes iría, es solo que hoy no podré porque, pues cómo saben me estoy quedando con mi hermana, ella es la que me está manteniendo hasta el momento ya que aún soy menor de edad, por eso decidí que por lo menos debía ayudarle en una de sus cafeterías, para que no se agobiara con tanto trabajo y que no pensara que solo era una carga para ella...

- ¡Vamos Estefany! No digas eso, sabes muy bien que no eres una carga para ella -Ney colocó su mano sobre mi hombro mostrándome al instante otra de sus reconfortantes sonrisas.

- Si, ella te adora, y decidió alejarte de vuestra familia porque sabía que ellos no te hacían bien

- Jaja, creo que está charla ya la hemos tenido varias veces... -el sonido del timbre, como de costumbre, causó que todas nos quedáramos en silencio- Bueno chicas, hora de volver a los salones, las veo mañana a las 9:00 pm en casa -grité alejándome por el pasillo lentamente, agitando de un lado a otro mi mano, despidiéndome- ¡Recuerden decirles a sus padres!

~Ilegal~ [+18]Where stories live. Discover now