- 𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐓𝐇𝐈𝐑𝐓𝐘 𝐄𝐈𝐆𝐇𝐓 -

882 68 12
                                    

- España, Barcelona -

Después del Gran Premio de Mónaco había pasado algunos días en Madrid trabajando, tenían algunas reuniones muy importantes las cuales no podía posponer por nada del mundo, además ya estábamos en verano y tenía que creer los nuevos looks para mis clientas.

Con Carlos las cosas estaban un poco raras, no se que le sucedida pero en las últimas llamadas que habíamos tenido no se comportaba como siempre era. Y a decir verdad estaba un poco preocupada por ello.

Había viajado a Barcelona de sorpresa para estar con el en el Gran Premio de Catalunya. Por lo que esa misma mañana salí desde Madrid junto con Blanca y con Ana, con las que había forjado una amistad muy fuerte y bonita para mi.

Al llegar a Barcelona me quede con ellas en su habitación del hotel ya que quería darle la sorpresa a Carlos directamente en el circuito, estaba un poco nerviosa...

- CARLOS SAINZ -

Tenía que concentrarme, no podía dejar que los malos pensamientos me atraparan en una carrera tan importante para mi como esta, corría en casa y no quería defraudar a todo el mundo que venía a verme, no quería defraudar a mis padres y tampoco a mis hermanas. 

Atenea me había dicho que no podría venir a esta carrera ya que tenía algunas reuniones y la verdad es que lo prefería así, porque no estaba preparado para lo que se venía encima.

- Flashback -

Acababa de dejar ha Atenea en el aeropuerto para después volver al hotel, había quedado con algunos de los pilotos para jugar a la play y estar todo un rato juntos.

Después de un buen rato en la habitación ya había jugado un par de partidas en las que había ganado a los chicos Lando se acercó a mi y me preguntó si podríamos hablar solos en algún sitio, por lo que fuimos a mi habitación.

- ¿Qué pasa Lando? - no entendía lo que estaba pasando, nunca lo había visto con tanta prisa por  hablar conmigo.

Lando me miró sentado desde el sofá que había en mi habitación y su mirada me desconcertó por completo.

- Quiero hablar sobre Atenea.  - dijo sin rodeos.

- ¿Qué pasa con ella? - le pregunté sentándome a su lado - Me estás preocupando, ¿le ha pasado algo?

- No, no le ha pasado nada, no te preocupes. - dijo Lando para intentar calmarme - Solo quería comentarte una cosa que sucedió el otro día y que como amigo de Atenea que soy necesito hablar contigo.

- Déjate de rodeos Lando ves al grano, por que me estás poniendo nervioso. - le dije mirándole serio. 

- El caso es que el otro día en la fiesta Atenea nos contó que estaba un poco intranquila por tu amistad con Elizabet, nos contó que os había visto dentro de tu motor home y que os había notado muy raros a los dos. - comenzó a contarme mi amigos y me puse tenso - Ella confía en ti, pero no me gusta verla mal Carlos, ella es muy importante para mi y si hay algo que puede hacerle daño no lo voy a permitir.

- No tiene nada por lo que preocuparse. - dije algo nervioso - Elizabet es solo una amiga y ya esta.

Sabía que Lando no me estaba creyendo por que me conocía muy y sabía que cuando me ponía nervioso...

- Carlos si esta pasando algo con ella quiero saberlo y Atenea se merece saber lo que pasa. - dijo el chico mirándome aún más serio - Cuando la vimos en el viaje a la nieve, te pusiste tenso y parecía que tenías miedo de que ella dijera algo que no fuera correcto.

- Es difícil de entender, hace mucho que la conozco y nos conocemos muy bien... 

- Carlos, dime la verdad, se que algo esta sucediendo. - dijo firme - ¿Has engañando en algún momento a Atenea con ella? Y quiero saber la verdad.

Agache la cabeza y sentí como mi mundo se venia encima, si le decía a Lando la verdad sabía que en algún momento tendría que enfrentarme a la realidad con Atenea.

- ¿Te has acostado con ella? si o no. - hablo de nuevo Lando.

Solté un suspiro y miré a mi amigos con los ojos cristalizados.

Lando negó con la cabeza y se levando del sofá de un golpe para empezar a caminar por la habitación.

- Pero ya se ha acabado, han sido solo un par de veces, pero no voy a volver a hacerlo. - dije poniéndome de pie y caminando hacia mi amigo - Elizabet ya es pasado.

-No es pasado cuando hace tan solo unos días estaba el Premio de Mónaco y estoy seguro que el día que quedamos todos juntos y tu no viniste por que estabas con ella. - dijo mirándome mal.

- Lando, tienes que escucharme. - le dije con la voz rota.

- No quiero ni verte Carlos, ahora mismo me das asco. - escupió elevando la voz - ¿Cómo eres capaz de hacer tal cosa a Atenea? Después de lo que ha hecho ella por ti.

- Lando... - le llamé para que se calmara, pero no me hacia caso.

- Solo espero que tengas el valor de decirle en cuanto la veas, por que si no lo haces tu acabaré haciéndolo yo. - dijo antes de caminar hacia la puerta y salir por ella dando un portazo.

Fin del Flashback

Estaba nervioso, necesitaba hablar con mis hermanas, sabía que ella me iban a odiar, pero necesitaba hablar con alguien. Sabía que había hecho las cosas muy mal, pero quería arreglarlo, no podía permitir que Atenea se alejara de mi vida.

No podría vivir con ello.

- 2 de Junio -

Me encontraba en el box de Ferrari descansando después de los primeros libres, había estado hablando con mi ingeniero junto con mi padre y ahora estaba esperando a que arreglaran unas cosas que no me habían funcionado bien. 

Miré al frente y mi entrar en el box a mis dos hermanas junto con Atenea y me quedé de piedra.

- ¿Te vas a levantar a recibir a tu hermanas y novia o te vas a quedar ahí como un idiota? - me preguntó Ana con una sonrisa.

Me levanté para saludar a mis hermanas mientras miraba como un idiota a Atenea.

Estaba preciosa.

Después camine hacia ella y la rodeé con mis brazos, antes de dejar un beso en sus labios.

- No sabía que ibas a venir amor. - le dije cogiendo su cara entre mis manos.

Ella me miro con una gran sonrisa, que me derritió por dentro.

- De eso se tratan las sorpresas mi vida, si te lo hubiera contando no lo sería. - dijo obvia y yo sonreí como un niño.

 La abracé fuerte y de reojo pude ver como mis padres y mi hermanas miraban la escena con una gran sonrisa y con orgullo.

- Te he echado de menos, Madrid no es lo mismo sin ti. - me dijo mientras me volvía a abrazar.

Al escuchar esas palabras algo se movió dentro de mi, la había fallado y sabía el daño que la iba a hacer cuando la contara todo lo que había sucedido. No quería contarle nada, tenía miedo de lo que pudiera pasar, tenía tanto miedo de que se alejara de mi, de perderla, de volver a estar solo y todo por mis caprichos de mierda.

Pero no quería cargarme este momento con ella, si era el último momento que íbamos a tener juntos quería disfrutar de él.

𝐒𝐌𝐎𝐎𝐓𝐇 𝐎𝐏𝐄𝐑𝐀𝐓𝐎𝐑 - 𝐂𝐀𝐑𝐋𝐎𝐒 𝐒𝐀𝐈𝐍𝐙 -Where stories live. Discover now