Adiós al amor

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CAPÍTULO 23

Amy estaba por llegar. Fui con mi madre en el auto de Emily a buscarla a la estación de autobuses. Por fin había conseguido un boleto. Llegamos y ella baja del autobus.

-Hola Amy.
-Hola... ¿Cómo está ella?
-No hay avances.

Amy sube al auto en el asiento trasero y saluda a mi madre. En silencio viajamos hacia el hospital. Cuando llegamos, me dirijo con Amy hacia la habitación donde estaba hospedada A. Pero cuando llegamos.... NO ESTABA.

-¡¿QUÉ?! mierda.
-¿Dónde está Athena?-Pregunta Amy.
-No lo sé. Enfermera.. -llamo a alguien para que me explique la situación-.¿Qué sucedió con la paciente de la habitación 104?
-Paciente del 104...-Comienza a buscar en una hoja-. La trasladaron a terapia intensiva.
-¿En qué habitación está?
-13.
-Gracias.

Subimos al tercer piso y ahí estaban, todas las habitaciones de los pacientes que estaban en la misma situación que A. Ingresamos a la 13 y ahí estaba ella. Tan bella como siempre. Su cabello estaba más alborotado de lo normal. Amy se coloca una mano en el pecho y aguanta las lágrimas.

-Hola Athena, soy yo, Amy -Toma una silla y comienza a hablarle-. No sabes lo que sucedió hoy en el autobús había un chico muy apuesto. Estaba sentado delante mío y cuando iba al baño me miraba. En ese momento me di cuenta que debía armarme de valor y darle mi número pero... resulta que cuando se lo entrego me dice que era gay jajajajajaja. Y yo le decía "¿Y por qué me mirabas tanto?" y él me dijo "es que me gustaba tu collar y quería saber en dónde lo compraste", ya es la quinta vez que algo así me sucede -Amy se acerca más a A y su humor cambia-. Sé que en este momento tú estarías riéndote de esta anécdota. Sé que luego sacarías nuestra lista que llevas guardada en uno de tus libros y anotarías las veces que me ha sucedido está situación. Ambas estaríamos riendo. Oh Athena, no quiero que... no lo harás, todo estará bien, te lo prometo.

Amy se levanta de la silla y se acerca a mí.

-¿Sabes dónde están los baños?
-Creo que están al fondo del pasillo.
-Gracias. Ah y John, a ella le gustaría que le hables.

Amy se va de la habitación y nosotros estamos solos. El ruido de las máquinas es el único que se oye. Veo sus latidos en el monitor. Yo debería estar ahí. Me acerco y me siento en la silla. Observo su mano, tan caliente debido a la sangre que circula. Era extraño ver a Athena sin su ropa extravagante.

-Recuerdas cuando nos escondimos debajo de la cama. Estábamos leyendo un libro con solo la luz de la linterna. A ti te gustaba leerlos de una manera tan poética que eso a mí me gustaba. Sentía que eras la niña más inteligente que había conocido y sabía que serías alguien importante en el futuro. Ese día mi madre te invito a quedarte a dormir y nosotros decidimos hacer un campamento y dormir en carpas separadas. Recuerdo que un sapo se metió en tu carpa y lloraste tanto que tuve que quedarme despierto toda la noche para leerte Narnia. Sentíamos que estábamos dentro de un mundo mágico. Recuerdo que nos dormimos muy rápido y que a la mañana siguiente jugamos a los naipes, o más bien construimos una torre de naipes. Quiero recordar esa sonrisa en tu rostro. Volver a verte reír, yo sé que todo saldrá bien. Me ha costado mucho expresarme ante tí A. Es mi culpa, dije que no quería lastimarte y aquí estás. No quería lastimarte cuando supieras que en algún momento iba a morir. Estarías destruida -Mis ojos estaban cubiertos de lágrimas-. Lo siento mucho A, yo solo era un tonto chico que te amaba.

Comienzo a llorar y mi cabeza se recuesta sobre su mano. De repente siento que alguien me tocaba el hombro. Cuando me doy vuelta no había nadie, ningún alma. Vuelvo a mirar a Athena y quedó paralizado.

mejor decir adiósWhere stories live. Discover now